La jugadora formada en Iowa, ha tenido ya su primer contacto con la WNBA y sus respectivas ofertas europeas. Megan Gustafson estaba promediando 15.1 puntos y 8.3 rebotes en Hungría, jugando a un gran nivel.
Ya había sido la máxima anotadora de la primera división universitaria siendo senior, por lo que es una interior con mucha proyección y que apuntaba alto en la liga húngara. Su equipo llevaba un récord de 15-6, pero finalmente se quedó suspendida la temporada.
Su primera temporada en Dallas Wings fue con 2.9 puntos y 2.5 rebotes de media, pero ha sido suficiente para que se sienta satisfecha. Es una elección de segunda ronda y no es fácil conseguir encajar en un roster. Son solo 12 franquicias, por lo que las plazas son muy limitadas y hay muchas aspirantes a ocupar esos huecos.
«El año pasado fue una gran experiencia de crecimiento… Me considero afortunada como novata porque mucha gente ni siquiera entra en las plantillas, y al final yo estaba en una lista«. – Megan Gustafson
Ahora, la jugadora de las Wings se encuentra como todos los deportistas. A la espera de saber que ocurrirá. «Creo que para mí y probablemente para la mayoría de los atletas, es solo la parte de no saber, no saber cuándo podremos jugar, sin saber cuándo con seguridad«, dijo Megan, dado por hecho que nadie sabe la fecha y la forma en la que regresarán las competiciones.
«Sería bueno tener fanáticos, pero jugamos por la alegría que nos brinda. Vamos a hacer nuestra propia energía… Y, con suerte, si no hay fanáticos, tendremos juegos de televisión para que la gente pueda mirar desde casa«. – Megan Gustafson
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