Cuando la NBA creó una línea directa para que los jugadores reporten anónima-mente violaciones dentro de la burbuja, surgieron numerosas preguntas. ¿Con qué frecuencia se acostumbraría? ¿Qué consecuencias enfrentarían los jugadores comentados? ¿Se molestarían otros jugadores con qué frecuencia llaman? Algunas respuestas están surgiendo.
Shams Charania de The Athletic informó que el pivot de los Kings, Richaun Holmes, y el alero de los Rockets, Bruno Caboclo, están en cuarentena después de romper los protocolos. No está claro cómo se detectaron sus violaciones. Sí, hay una cultura contra el soplón. Que este informe se está burlando de ‘snitching’ es realmente algo. Pero hay demasiado en juego (salud de cientos de personas y mucho dinero) para tomar estos protocolos a la ligera.
Todos en el campus de Disney World de la NBA confían su seguridad (y, para los jugadores, cuyos salarios están vinculados a los ingresos, medios de subsistencia) a quienes los rodean. Es importante que todos los involucrados actúen de manera responsable. Realmente porque no solo están dejando a todas sus familias y demás de lado, sino que para la NBA hay mucho más en juego que los partidos. Entonces, para todas las partes es muy importante que se lleve a cabo.
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