Són 41 las velas que ha soplado hoy Laia Palau, una de las leyendas en activo del baloncesto europeo. La base de Barcelona lleva años codeándose con las mejores y lo seguirá haciendo, si todo va según el guion previsto, en su temporada 26 en la élite. Durante este tiempo, la magia de Laia sobre el parquet la ha convertido en la máxima asistente histórica de la Euroleague Women, de la que también es la cuarta jugadora con más robos. Aun así, la catalana nunca se ha decidido a cruzar el charco para probar suerte en la WNBA, pero han sido muchas las WNBA que la han sufrido en el viejo continente.
Palau es una jugadora diferente, es pura creatividad y generosidad en la pista. «Yo juego al baloncesto de canasta para abajo, prefiero pasar el balón a meter yo, así nos lo pasamos bien dos«, ha dicho la capitana de Uni Girona y de la selección española en más de una entrevista. Pero a la base catalana no le ha hecho nunca falta meter mucho para levantar a los espectadores de la silla. Cuando Laia disfruta, también lo hace el público, al cual en más de una ocasión se le ha escapado un suspiro de asombro al ver alguno de sus ‘no-look pass’, su especialidad.
Year 17 ❤️🖤.
Happy Birthday to #EuroLeagueWomen Legend Laia Palau 🎂! pic.twitter.com/LT7ZMzSzpE
— EuroLeague Women (@EuroLeagueWomen) September 10, 2020
Así, sus números quizá no son los más brillantes, pero su deslumbrante palmarés evidencia, una vez más, que la hoja de estadísticas no siempre refleja la verdad. 12 medallas con la selección española (entre ellas 1 plata olímpica, otra plata mundial y 3 Eurobaskets) además de 2 Euroligas y 14 ligas nacionales avalan su trayectoria. En el apartado individual, la de Barcelona fue candidata a mejor jugadora europea FIBA en 2005 y fue MVP de la Copa de la Reina 2010.
Fiel a su continente y a su filosofía
En cuanto a la aventura americana, Palau nunca ha mostrado demasiado interés. Su compromiso con la selección que capitanea cada verano y su manera de entender el juego dejaban a la WNBA en un segundo plano en su cabeza. «Es un baloncesto al no le veo la cosa, es muy individual y yo no tiro a canasta. Para mí este deporte es como una partida de ajedrez y dependo de todas las piezas», reflexionaba la base en una entrevista reciente en Las Provincias.
Por otra parte, según cuenta en la misma entrevista, tampoco ha echado en falta talento a su alrededor durante su carrera. «El Ros Casares ya era un All-Star, un equipazo, y me parecía que estaba ocho meses jugando en la WNBA porque cada día entrenando los ritmos eran muy muy fuertes», recuerda la de Barcelona.
En ese equipo, considerado uno de los mejores que se han creado en Europa, Laia coincidió con estrellas de la talla de Maya Moore, Lauren Jackson, Ann Wauters o Sancho Lyttle. Con ese roster, Ros Casares no defraudó y Laia acabó levantando ese año el trofeo de la Euroliga.
El ¿último? baile, con Chelsea Gray
Tras tantos años en la elite, y tras algunos intentos fallidos de retirada, este año Palau seguirá al máximo nivel compartiendo vestuario con nada más y nada menos que Chelsea Gray, una de las mejores bases del momento. A pesar de ello, desde su equipo, Spar Girona, no cuestionan el papel de Laia a quien nombraron «piedra angular del proyecto». Se espera que ambas compartan muchos minutos en pista para el deleite de los aficionados.
Así, si la situación sanitaria lo permite, seguiremos disfrutando del diamante catalán, que como el buen vino, cada año es mejor. Y quien sabe a que nivel podrá llegar su equipo poniendo a su lado a alguien como Gray, otra jugadora con visión de juego panorámica y capaz de convertirse en una auténtica killer desde todas las posiciones cuando se la libera de sus funciones organizativas. A la californiana la estamos viendo deslumbrar con la base rookie Te’a Cooper en Los Angeles Sparks, ¿qué hará con Laia en Girona?
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