Durante las últimas temporadas el uso del balón en las Oregon Ducks estaba muy cotizado. En mayor medida el peso del juego se centraba en Sabrina Ionescu, Satou Sabally y Ruthy Hebard, pero además de eso la plantilla ha contado con grandes jugadoras universitarias.
A pesar de los grandes nombres en líneas generales se han destacada en el juego colectivo y eso ha hecho que muchas jugadoras se hagan importantes a pesar de sus números.
Para este 2020/21 una de las principales llamadas a dar un paso al frente es Erin Boley. Han conseguido que Taylor Mikesell pueda jugar después de venir de las Maryland Terraplins, y entre ellas deben saber liderar al equipo siendo las principales armas de Kelly Graves.
Se podría decir que estamos en el ‘año 1 después de Sabrina’, y seguir compitiendo al máximo nivel sería fundamental para conseguir dejar a las Ducks en la élite de la NCAAW aprovechando el gran impulso que tuvieron temporadas atrás.
En este curso han comenzado con registro de 4 – 0 teniendo a Boley siendo la máxima anotadora de un equipo que juega muy coral. Promedia 16.8 puntos y 5.8 rebotes siendo la que más aporte en Oregon bien respaldada por Mikessel, Sedona Prince, Nayra Sabally Te-Hina Paopao y el resto de compañeras.
Entre la temporada pasada y el comienzo de esta van 23 victorias seguidas para las Ducks, teniendo la racha más larga en activo en toda la nación. Todo va viento en popa con el cambio de generación en la plantilla.
La temporada pasada con Sabrina, Satou y Ruthy los tiros estaban muy limitados ya que se repartían casi todos entre ellas. Por lo que Erin ha pasado de 7.2 a 12 intentos de promedio pasando de 45% de acierto a un 56.3% teniendo una mejora notable en su selección de tiros. Además de que está necesitando menos minutos para ir en línea ascendente con sus producción ofensiva.
Esta forward se encuentra pronosticada como una elección de final de primera ronda en el WNBA Draft 2021, por lo que en las Ducks seguirán teniendo representantes llegando a la liga profesional de los Estados Unidos.
Todavía faltan muchos meses y si Oregon sigue a este ritmo con Boley siendo la principal cara tiene muchas posibilidades de ir subiendo puestos. También tiene la suerte de que su universidad haya mejorado mucho el estatus después de la última quinta de jugadoras que pasó por allí.
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