Nos estaba convenciendo esta versión de Dallas Wings de la que llevamos tiempo hablando desde El Perímetro y este partido en concreto, contra otro equipo del top-3, probaba de qué pasta estaban hechas las tejanas y si podrían vencer a otro equipo de la élite de la liga.
Bien es cierto que la derrota corta la racha de 5 partidos consecutivos venciendo y nos deja un sabor agridulce ante lo que podría haber sido la narrativa de la temporada, con Dallas como matagigantes.
Y es que el partido así parecía abocado, muy disputado y con alternativas en ambos bandos. Por una vez, el rebote ofensivo no estaba funcionando a la perfección porque Connecticut también percutía el aro tejano con varios rebotes que daban segundas oportunidades. Por momentos, ambos equipos parecían dañarse con sus mismas armas en un choque de poder a poder, con una lucha por el rebote como pocas. Arike se iba a 40 minutos disputados, igual que Alyssa y DeWanna con 38. Hasta el último cuarto, Tiffany Hayes había mantenido con vida a las Sun y Satou Sabally y Teaira McCowan a Dallas.
En esas apareció DeWanna. La jugadora, que completa su 14 temporada en la liga y que se ha empeñado en superar listones que parecían lejanos para ella (ya es top-10 de máximas anotadoras de la WNBA), se echó el equipo a sus espaldas y lo resolvió con jugadas marca de la casa para reivindicar a las Sun como candidatas al anillo, y a ella como MVP de la liga si sigue así. 13 puntos en el último cuarto sentenciaron el partido para completar un total de 32 puntos y 8 rebotes, que pusieron el broche a una soberbia actuación y permiten asentarse a Connecticut en el tercer puesto con holgura.
Dallas tendrá que esperar para lograr el salto definitivo a la élite de la liga.
Imagen vía Getty Images