Del cierzo al cielo

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Es muy complicado poner en palabras lo que se ha vivido esta temporada con el Casademont Zaragoza, ya que se podría utilizar todo el diccionario y aun así no se describiría lo suficientemente bien lo que han conseguido hacer las jugadoras del equipo de la capital aragonesa.

En la historia del baloncesto español ha habido plantillas que se recordarán para siempre, y una de ellas es la del Zaragoza en la campaña 2022/23 sin ningún tipo de dudas.

Una temporada que al comenzar parecía que volvería a ser con el Perfumerías Avenida, Valencia Basket y Uni Girona disputándose los títulos tuvo un cambio de paradigma que es muy positivo para la Liga Femenina Endesa. Un nuevo proyecto se suma a la cúspide de la competición emulando lo que hizo el conjunto taronja hace unos cuantos años. La liga mejora gracias a estos proyectos y hay que quitarse el sombrero por lo bien que hicieron las cosas en Zaragoza esta temporada.

El Príncipe Felipe ha sido de los pabellones con más aforo para ver baloncesto femenino quizá incluso de Europa, las jugadoras crearon una conexión muy especial con la grada y eso se vio con los aficionados viajando por todo el país para apoyar a las suyas. Un entorno que ayudó a que muchas jugadoras sacaran su mejor versión y que la ciudad estuviera muy unida a sus leonas. Esto último no solo se vio reflejado en la gente que acude al pabellón sino también en las miles y miles que siguen al equipo detrás de la pantalla de Aragón TV.

Lo vivido en la ciudad del cierzo durante los últimos meses ha sido una auténtica locura y la Marea Roja junto a sus jugadoras conquistaron a gran parte de la población.

 

 

 

Lo normal en la mayoría de ciudades españolas es que por la calle se escuche a la gente hablar de fútbol, pero en Zaragoza ha sido muy distinto. Las conversaciones muchas veces giraban en torno a las leonesas, y no es para menos. Obviamente ganar la Copa de la Reina o meter más de 10.000 personas en el pabellón son unos de los grandes hitos del Casademont, pero el impacto que tuvieron en la comunidad es la verdadera victoria de la temporada. Puede ser un punto de inflexión que haga que el baloncesto femenino reine en la ciudad durante muchísimo tiempo.

Es una fantasía y un placer ver a una afición que despide así a su equipo después de una campaña que los ha hecho disfrutar como niños, recorrer muchísimos pabellones acompañando a sus jugadoras y que han sido parte de los éxitos del club.

El último partido de la temporada no fue el mejor y no es lo que se merecía el Casademont, pero eso no impidió que cientos de personas estuvieran de pie en la Fonteta dando su cariño a las leonas. Este momento queda como uno de los las bonitos del año en cuanto a baloncesto.

 

 

 

Vega Gimeno, Lara González, Gracia Alonso de Armiño, Leonie Fiebich, Markeisha Gatling, Carmen Grande, Serena-Lynn Geldof, Helena Oma, Mariona Ortiz, Davinia Ángel, Imani Tate, las canteranas Leyre Urdiain y Arantxa Portalez, las que no acabaron la temporada como Merritt Hempe, Aishah Sutherland y Laura Zelnyte hicieron historia para el deporte aragonés junto a Carlos Cantero y su cuerpo técnico. Todas las personas que hicieron posible esta gran temporada en Zaragoza se han ganado un hueco eterno en el Felipe tras el cuento de hadas que hicieron vivir al club.

Estas palabras de Vega resumen muy bien en poco más de 20 segundos lo que se ha vivido estos meses en la LF Endesa, la Copa de la Reina y en la EuroCup. El impulso de la afición y el gran grupo que han tenido en Zaragoza ha hecho posible que se superen todas las expectativas del club.

Y como dice la capitana, «el año que viene más». Porque esto es muy probable que solo sea el primer capítulo de una historia que durará bastantes temporadas.

 

 

 

Parte del equipo renovado, la afición con ganas de seguir tiñiendo de rojo el baloncesto español, la EuroLeague en el horizonte… Hay muchos motivos para pensar que como dice la canción de Kase O que suele escucharse en el Felipe, «esto no para, esto no para».

 

 

 

 

 

Imagen vía Esther Casas

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