No sabemos lo afortunados que somos de tener a una jugadora como Rebekah Gardner en nuestra liga. Puede que ya la tengamos algo normalizada, pero es una de esas deportistas que dejan su huella.
La natural de Palm Springs, California, es una más en el Uni Girona y eso hace que a veces no destaque a nivel mediático como otras americanas que vienen a Europa. Pero eso está cambiando, en parte por el buen rendimiento que dio este verano en la WNBA jugando con Chicago Sky.
Gardner tiene el talento ofensivo que se espera de una estadounidense, pero su figura va mucho más allá. La forma de vincularse al club, pasar desapercibida a pesar de su gran talento y dejarse la piel como pocas, hacen que sea una jugadora muy especial.
En Girona tienen una deportista que es un ejemplo a seguir para muchas niñas que se inician en el baloncesto. Gardner ha demostrado que a base de trabajo duro, unido a la gran calidad con la que cuenta, se puede lograr cualquier cosa. Se pueden encontrar pocas referentes para las nuevas generaciones mejores que ella.
Gracias a su anterior temporada en el equipo catalán, la californiana, logró hacerse un hueco en la mejor liga del mundo. Rebekah se convirtió en una de las rookies más veteranas de la historia de la liga americana, apareciendo en el mejor quinteto de novatas y consiguiendo un anillo de campeona en su primer verano allí. Su rol no fue de estrella como en Girona, pero en Chicago también se quedaron enamorados de lo que aporta a un equipo. Con un perfil bajo y sin hacer mucho ruido, Gardner lo dio todo en cada uno de los minutos que estuvo sobre la pista.
Y por suerte para nosotros, la estadounidense, está demostrando que ha venido para quedarse. Es una jugadora que está en constante crecimiento, a pesar de tener 32 años. Su capacidad de mejora no hace más que aumentar.
A pesar de no haber sido seleccionada en su draft, en el 2012, Gardner no se ha rendido nunca. Su trabajo y esfuerzo hacen que cada día ofrezca su mejor versión, lo que demuestra que no existen límites para ella. Es la demostración de que con ganas y pasión se puede llegar hasta donde quieras.
Rebekah es una estrella, pero a veces no tiene la repercusión de otras. Lo que si tiene siempre en cualquier sitio que pise es el respeto de todo el mundo. Desde compañeras hasta rivales, pasando por los fans. Es muy complicado encontrar alguien que tenga malas palabras sobre ella.
Si la tienes como compañera, es una bendición. Y si la tienes de rival, si te tienen que ganar que sea una jugadora tan deportiva y tan respetuosa como es Gardner. Es otro nivel y cuida los valores del baloncesto hasta el más mínimo detalle.
Esta cita del filósofo chino Lao Tse define muy bien a Rebekah: «Cuando estés contento con ser simplemente tú mismo y no te compares o compitas, todo el mundo te respetará».
En el mundo del deporte hace falta más gente como Rebekah Gardner.
Imágenes vía: FEB y FIBA
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