Aunque todavía falten muchos meses para que las franquicias de la WNBA drafteen a sus nuevas novatas, parece que no habrá mucha disputa por la primera elección ya que Charli Collier parece tener el contexto ideal para llegar a las New York Liberty como refuerzo para Sabrina Ionescu.
La interior de la Universidad de Texas tuvo una buena temporada sophomore, pero ha evolucionado a un ritmo desmesurado durante los meses de parón y el principio de este curso. Ya destacaba desde antes de aterrizar en la liga universitaria pero tardó un poco en carburar.
En el instituto ya apuntaba maneras ya que fue la mejor de todo el país en la Clase de 2018 según Prospects Nation y Blue Star y la segunda mejor rankeada según espnW HoopGurlz. Como senior en Barbers Hill promedió 30.9 puntos, 11.5 rebotes, 2.3 robos, 2.2 tapones y 2 asistencias.
Su primer año en la NCAA fue con 5.9 puntos y 41.8% en tiros. Luego pasó a hacer 13.1 puntos con 43.2% en los lanzamientos. Actualmente se encuentra con una cota anotadora más alta que sus temporadas anteriores sumadas, siendo de las líderes en puntos de toda la nación.
El gran impacto que está teniendo Collier y las necesidades en las Liberty son líneas perpendiculares que si no pasa nada terminarán uniéndose. En la Gran Manzana hace falta una interior dominante y en ese perfil puede encajar perfectamente la jugadora nacida en Mont Belvieu, Texas.
Charli en los pocos partidos que ha disputado como junior ya ha llegado incluso a hacer un encuentro de 44 puntos y 16 rebotes, por lo que todo se encuentra viento en popa para ser una primera elección merecida.
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El estilo de juego de Collier
La interior de Texas es un prototipo de jugadora versátil moderna pero con las cualidades físicas de poder dominar con su juego en la pintura. Para quien no la haya visto jugar se podría decir que tiene algunas pinceladas de la forma de jugar que tiene A’ja Wilson, respetando diferencias y por ahora también el estatus.
Aunque Charli sea de 6’5 pies de altura es muy atlética y se mueve muy bien sobre la pista aprovechando las ventajas que genera con su presencia y buscando otras alternativas siendo capaz de desestabilizar defensas estáticas si recibe una buena asistencia que la favorezca en el momento que gané la posición. En ese tipo de jugadas puede ser letal.
Por otra parte también tiene un buen lanzamiento exterior. No es su mejor recurso pero es algo con lo que puede amenazar de forma habitual. Un factor que le da mucho valor al perfil de jugadora que es. Tiene un buen abanico de armas para ser productiva en ataque mientras que es efectiva en defensa, y quizá esa no sea su mejor virtud.
Es probable que su mayor punto a favor es tener tanto talento y un físico privilegiado combinados con buena lectura de lo que pasa a su alrededor. Pensando en New York y compartir equipo con Ionescu, se hace muy interesante la idea de verlas ejecutando sistemas centrados en ellas.
Ya en la NCAA se ha visto a la texana rindiendo muy bien en jugadas combinadas con compañeras, mostrando una buena capacidad de compenetración para encontrar siempre el mejor camino hacia la canasta. Algo que la ha ayudado a ser cada vez más completa en su juego ofensivo.
La competencia por la primera elección
Las jugadoras pronosticadas en el top 4 del Draft 2021 son todas interiores, por lo que en estos meses las Liberty tienen opciones distintas para barajar. Ahora mismo parece que la incógnita solo se despeja con Collier, aunque en un caso remoto se podrían dar otras opciones.
Puede que la clave pase más porque New York busque el mejor feedback con Sabrina en lugar de la más talentosa. Es esa la principal circunstancia que podría jugarle en contra a Charli.
Natasha Mack, Awak Kuier o Rennia Davis son jugadoras con bastantes centímetros y son perfiles diferentes que pueden aportar cada una cosas distintas, pero debido al contexto que tienen por delante las Liberty sobre el papel lo mejor sería incorporar a otra posible estrella y confiar en el desarrollo de un dúo de All-Star perennes que les permita soñar con el primer campeonato de su historia.
La lesión de Ionescu le dio a su equipo la opción de sumar otra primera elección consecutiva, siendo una gran oportunidad para que en New York puedan construir un proyecto sólido y que les regale una década compitiendo al máximo nivel. Es por eso que en la franquicia tienen que pensar muy bien a que jugadora draftear y parece que Collier es la que tiene más garantías.
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