Tras la gran temporada pasada, esta edición 2022/23 se presentaba como el año de la ilusión y, por qué no, el de un nuevo paso hacia delante del club y al final nada ha ido como se esperaba. A pesar de todo IDK sigue teniendo las bases para que este pequeño paso hacia detrás sea solo un impulso para lo que pueda venir en el futuro.
Desde que el Club Deportivo Ibaeta ascendiera de liga femenina 2 allá por 2013, las guipuzcoanas han entrado en playoffs en cinco campañas no consecutivas. El quinto puesto de la 2016/17 ha sido el puesto más alto conseguido en la historia y a punto estuvieron de repetirlo la temporada pasada quedándose sextas y participando en competiciones europeas por primera vez en su historia.
Precisamente esa carga de encuentros entre semana sea en parte una de las causas de porque IDK no ha podido estar al mismo nivel, acompañado claro está por la plaga de lesiones que afectó al equipo en muchos momentos del año. Ya con dos derrotas tempraneras ante Bembibre y Clarinos pero subsanado con dos golpes encima de la mesa ante Cadí y Avenida auguraban una montaña rusa dentro de la campaña de las de Azu Muguruza. Y en esas que comenzó su participación en EuroCup.
Primer partido solventado con derrota en Lyon, ante el futuro campeón, y primero en casa con victoria ante Zabiny Brno que a la postre sería la única del grupo. Cierto es que Lyon y Montpellier configuraban un grupo complicado y que en casa se compitió ante ambos (prórroga ante Johannes y compañía en el Gasca) pero el tercer puesto con derrota incluida en Brno en la vuelta dejaba eliminadas a IDK con un balance pobre de 1-5.
En liga el equipo comenzó noviembre con un esperanzador 4-2 que no se pudo mantener mucho tiempo. El resto del mes y hasta mediados de diciembre se enlazaron un total de 10 derrotas consecutivas entre las dos competiciones. Sin opciones de jugar la Copa y eliminadas de Europa el equipo ya pudo centrarse en arreglar la temporada. Tan solo se consiguieron dos victorias seguidas durante la temporada, algo que ocurrió tres veces, pero se alternaba con derrotas en ocasiones inexplicables tanto en casa como fuera (especial mención a la doble derrota con Clarinos).
En cuanto a la faceta individual, las lesiones no han dejado progresar al equipo y ha sido un obvio lastre para Azu Muguruza y su cuerpo técnico. No obstante, IDK ha sido el sexto equipo más anotador de la liga, un dato a tener muy en cuenta pero que ha sido empequeñecido por tener la decimotercera peor defensa de la liga. Entre esos puntos destacamos al tridente que ha hecho mantener a flote al equipo toda la temporada.
El trío formado por Mariam Coulibaly, Joy Brown y María España hizo posible en muchos momentos el poder respirar en varios tramos de la temporada. La pivot de Mali, en su tercer año en San Sebastián ha promediado 15 puntos y 9 rebotes siendo la máxima anotadora del equipo y la clara referente en la pintura.
Joy Alexis Brown también ha tenido su importancia clara con más de 10 puntos por partido, 7 rebotes y 3 asistencias en cada encuentro. Mención especial también para María España que con 13 puntos por partido ha acabado siendo la máxima anotadora nacional en la temporada regular.
Y si al bloque nacional seguimos haciendo referencia, este conformado además de por María España por Natalia Rodríguez o Yurena Díaz hay que añadirle a Nicole Cardaño Hillary que en su temporada de debut profesional ha combinado buenos partidos con otros a los que se le ha notado su inexperiencia. Algo que no debería ser obstáculo para seguir creciendo ya que está en el club ideal y con la entrenadora óptima para hacerlo.
Ante una liga en clara progresión de los equipos y cada vez más disputada, IDK deberá de buscar su hueco para no perder los puestos de playoffs y estar en la pelea con ese grupo donde podríamos meter a Cadí, Gernika, Estudiantes y ahora Barcelona-CBS. La lucha será grande entre todas con más equipos queriendo estar ahí, pero la base ya obtenida en el pasado por IDK más los retoques que se le den en verano deberá ser suficiente para estar en ese grupo.
Imágenes vía IDK Eskotren y David Subirana