Ya llegó el momento en el que las selecciones se juegan ganar una medalla, y es que ya están aquí las semifinales del Eurobasket 2023. Por un lado tenemos el Francia-Bélgica, y por el otro a las nuestras, que se van a jugar la opción de jugar la final contra Hungría. Vamos a realizar un breve análisis de estas dos últimas selecciones.
Hungría llega a esta ronda como la gran sorpresa del campeonato. Y es que esta es una selección que está muy bien compenetrada y equilibrada. Tiene a grandes jugadoras en el interior y a varias jugadoras exteriores con velocidad y puntos en sus manos. Es por ello que tan solo han perdido un partido en todo el campeonato. Vencieron a Eslovaquia en el debut (89-67), cayeron ante Turquía por un punto (68-69), vencieron a toda una Serbia para quedar primeras de grupo (81-75), y en cuartos de final se impusieron a la otra gran revelación del campeonato, República Checa, por un solo punto y en la última jugada: 62-61.
¿Cuáles son los precedentes de enfrentamientos entre ambas selecciones? La primera vez que se enfrentaron oficialmente fue en 1976 y la última en 2017, si bien hace unos días se jugaron dos amistosos que cayeron primero del lado español con canasta final de Alba Torrens (63-65) y el segundo del lado húngaro por 77-65. El balance histórico es de 6-4 para Hungría (que era una selección con muy buenos resultados hasta los años 90), si bien esas victorias españolas se han producido en los 4 últimos enfrentamientos. Desde 1950 hasta 1991 ganaron 2 platas y 5 bronces. En las últimas ediciones se han quedado en la fase de grupos o eliminadas en octavos. Su último gran resultado fueron unas semifinales en el año 2003.
¿Sus puntos fuertes? Jugadoras como Cyesha Goree (15’7 puntos, 7’7 rebotes, +/- de 10’7 y 19 de valoración por partido), Debora Dubei (11’5 puntos, 7’5 rebotes, 2’8 asistencias, 62% en tiros de dos para 16’8 de valoración media), Virag Kiss (15’3 puntos, 5’8 rebotes y 13’8 de valoración) o Reka Lelik (11 puntos, 3’5 rebotes, 4’5 asistencias y 12’3 de valoración). Además, cuentan con la jugadora más alta del campeonato: Bernadett Hatar con 2’08 metros de estatura. Eso sí, sus números son algo más discretos (5’8 puntos y 4’3 rebotes en 16 minutos de juego). Podemos decir que su juego interior, con Goree y Hatar, puede ser el argumento más fuerte de las húngaras para dar la sorpresa y plantarse en la final. Aunque es verdad que las interiores españolas y sus compañeras con sus ayudas, han sabido frenar a jugadoras de la calidad de Fasoula o Guelich.
Colectivamente, Hungría es el segundo equipo que más puntos lleva anotados de media (75 por partido) y recibe 67’8. En estadísticas de tiro tienen un 47% en tiros de dos frente al 45% de España, en triples igualamos a 37%, y en tiros libres vencemos por 80% a 64%. En el cómputo general de tiros de campo vencen 44% a 43%, así como en rebotes por partido (40 vs 35) y asistencias (21 a 20), aunque España vence en estadísticas como robos (10 vs 9), puntos tras pérdida (15’3 vs 14.5), puntos en la pintura (32’5 vs 26’5) o puntos de banquillo (25’5 ante 21’5).
Las nuestras han ido de menos a más en este Eurobasket, y si se empezó con dudas, el otro día ante Alemania supieron imprimir la energía necesaria para barrerlas del campo desde el principio. Y es que todas nuestras jugadoras son válidas para sacar al equipo de cualquier situación adversa o para saber manejar el partido y no volverlo loco, tomando casi siempre las mejores decisiones. Numericamente podríamos seguir destacando a Laura Gil y sus 12’5 puntos, 8 rebotes, +12 con ella en pista y 18’5 de valoración medias; a Raquel Carrera con sus 10’5 puntos, 6’3 rebotes, +12’3 con ella sobre la cancha y 14’5 de valoración o a Alba Torrens con 8’5 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 9 de valoración.
Además, otras jugadoras aportan mucho desde el quinteto o el banquillo como Queralt Casas (8’8 puntos de media, 10 en el último partido, y su determinación a la hora de entrar a canasta y de defender), Laura Quevedo (que el jueves anotó 3 triples, uno de ellos casi desde el logo), Maite Cazorla (ante Alemania 10 puntos y 5 asistencias), los minutos de calidad de Paula Ginzo (que frente a las alemanas suplió muy bien a nuestras interiores y anotó 4 puntos, capturó 4 rebotes y valoró 10), y las siempre cumplidoras Leo Rodríguez y Cristina Ouviña. A ellas esperamos que se sumen la experiencia de Silvia Domínguez y la clase de María Conde (ausentes ambas en cuartos) así como el trabajo de Lola Pendande.
Como contra Alemania, la selección española parece favorita para llegar a la final. A pesar de ello, tras los dos amistosos y vistas las actuaciones de Hungría, habrá que estar muy concentradas para ganar el partido y hacer las cosas bien durante el mayor número de minutos posibles. España no debería conceder grandes parciales y asumir que pueden llegar algunos momentos menos buenos, pero que entre todas y todos lo pueden sacar adelante. Llegamos en un muy buen estado de forma general y en buena dinámica.
Nuestra selección puede llegar a su octava final en un campeonato internacional desde 2007, y asegurarse su 15º medalla desde ese año, que sería la 21º de nuestra historia en baloncesto femenino. Una locura de cifras que nuestras chicas intentarán aumentar.
Imágenes vía FIBA