El baloncesto sonríe por el regreso de Brittney Griner

Brittney Griner is back! Y de qué manera ha vuelto a las canchas. Si bien es cierto que Phoenix a nivel colectivo todavía no ha sumado la primera victoria, el papel de la estrella está siendo muy bueno.

Hablamos de una persona que pasó casi 10 meses encarcelada injustamente en Rusia y que llevaba más de 500 días sin jugar partidos oficiales, y aun así está jugando como si no hubiera pasado nada.

Griner promedia 22.5 puntos, 8 rebotes, 4 tapones y 72.7% en tiros de campo. En su primer partido, contra Los Angeles Sparks, lo hizo muy bien con 18 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 4 tapones y 77% en tiros de campo. Una gran actuación para hablar de su regreso a la acción después de tanto tiempo.

Pero su segundo partido ya fue a un nivel superior con 27 puntos, 10 rebotes, 4 tapones, 1 robo, 1 asistencia y 69% en tiros de campo, siendo la mejor sobre la pista a pesar de que la victoria se la haya llevado Chicago Sky.

 

 

Además, su partido contra Chicago fue su regreso al pabellón de Phoenix. El estadio que ha sido su hogar durante toda su carrera profesional.

La ciudad de Arizona vivió uno de esos momentos emotivos que ponen la piel de gallina y que dejan huella en la liga. Brittney se merece vivir este tipo de cosas después de haber pasado por el infierno que vivió en Rusia.

Su entrada fue con la canción de ‘I’m coming home’, creando una atmósfera idónea para la salida de Brittney a la cancha ante su gente.

 

 

 

‘SHE’S BAAAAACK’ es el resumen del partido de Griner contra Chicago, porque además de sus buenos números también tuvo un gran impacto en el juego de las suyas.

BG hizo ponerse de pie al pabellón y hacer disfrutar a los aficionados de Phoenix como lleva haciendo en sus 300 partidos disputados en la WNBA.

Tuvo un momentazo en el final de tercer cuarto que es de esos que se te quedan grabados en las retinas.

 

 

 

«Oh, Dios mío. Ay Dios mío» fueron sus primeras palabras tras el doble-doble que hizo contras las Sky ante más de 14.000 espectadores en las gradas.

«Fue emotivo en la parte de atrás, escuchar, ver algunos de los clips y luego salir… Fue realmente bueno. Parte del proceso de curación es simplemente dejarlo salir fuera. Entonces, sí, me atraganté un poco» seguía Griner explicando ese día tan especial para ella.

Algo que se sumó a la ecuación para hacer del partido todavía más icónico fue que Brittney jugó delante de sus padres por primera vez en una década.

«Eso fue increíble. No creo que haya jugado frente a todos en un solo lugar, sinceramente, desde la escuela secundaria. Entonces, tener a todos aquí en este momento y, como dije antes, no sabía cuándo iba a ser eso. Y sucedió. Sí sucedió. Así que tenerlos aquí, pasar tiempo con ellos, jugar frente a ellos. Quiero decir, eso me hizo asfixiar. Sí, eso me atrapó» continuaba Griner explicando todas las emociones que vivió.

 

 

 

 

 

 

Imágenes vía Getty Images

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