El tiempo pasa, el deporte femenino crece y evoluciona, las jugadoras tienen más visibilidad y cada vez hay más facilidad de que lleguen a las nuevas generaciones en forma de referentes.
Se suele hablar de que las atletas son un ejemplo a seguir para las niñas, pero eso no quiere decir que si eres un chico joven no puedas tener como referencia a una deportista. Un ejemplo claro y que creo que nunca podré olvidar lo viví en la Fonteta. El hecho de estar en las gradas disfrutando un partido y de repente escuchar por detrás a un niño muy pequeño decirle a su madre que su jugadora favorita es “la 5 del Valencia Basket” es muy buena señal. Y es que es muy difícil encontrar una referente mejor que ella, así que esa madre puede estar muy contenta de la elección de su hijo.
Ya a estas alturas poco se puede decir de Cristina Ouviña que no se sepa. La definen el compromiso, la bondad, el trabajo, el sacrificio, la constancia, la alegría y los infinitos adjetivos buenos que se le pueden poner. Para ser una jugadora de diez sobre diez, es necesario ser una persona de veinte sobre diez. Porque ser una jugadora de élite no es ganar todos los MVP, todos los campeonatos y ser siempre la mejor. Ser una jugadora de élite es ser la mejor compañera, la más querida por los fans y la que siempre recibe palabras buenas de quienes la conocen.
“Al final Cris es una tía que es muy parecida en la pista como fuera de ella, con la personalidad que tiene. Es súper expresiva, tiene mucha energía. Le da color al día a día. Hagas lo que hagas con ella, el plan que sea, te lo pasas bien. Es muy divertida, extrovertida” asegura alguien que ha estado muchos años a su lado como Queralt Casas.
Ouviña es una persona que vista desde fuera te da muy buenas vibraciones. Tiene un aura especial, tanto en la cancha como fuera de ella. Y cuando la conoces confirmas que las sensaciones que da son las correctas. De la única forma que puedes sufrir con ella es teniéndola de rival, pero, con lo talentosa que es, tiene que costar no aplaudirle aunque meta la canasta o haga la asistencia contra tu equipo.
Aunque en el caso de Queralt sabe mejor lo que es tenerla del mismo bando, ya que hablando con ella me dijo que “hace muchos años que nos conocemos. Mis primeros dos años como profesional en Liga Femenina los compartí con ella. Incluso el primer año convivimos juntas y siempre nos hemos llevado muy bien. Hemos compartido mucho, y muchas veces nos han comparado porque nuestras carreras son muy similares por empezar en Zaragoza, luego irnos unos años al extranjero, volver a Valencia. Además ha coincidido que los años que hemos ido a la Selección hemos ido los mismos las dos”. Por lo que es alguien que puede hablarnos muy bien de ella como jugadora y como persona.
Se podría decir que Cristina y Queralt son una especie de ‘gemelas’, baloncestísticamente hablando. Ahora mismo se hace muy complicado imaginarse a una sin la otra en la cancha.
Otra persona que la conoce muy bien y con quien he podido hablar es Laia Palau, quien asegura que Cris “es una jugadora que viene de una trayectoria en Europa muy importante. Pasando por clubes como Praga o Bourges, compitiendo en una liga como la francesa que es de las mejores del continente. Estando también en Oremburgo, jugando Euroligas, cosa que la hace crecer en caché, responsabilidad y dominio del juego. Luego vuelve a Valencia para hacerse cargo y liderar un proyecto potente en una liga española cada vez más competitiva. Tiene entradas y salidas con la Selección, pero se hace un sitio desde hace mucho tiempo tomando cada vez más protagonismo en el juego”.
Algo en lo que parece que Palau y Casas se pusieron de acuerdo es en decir que Ouviña es de las mejores en lo suyo. “Ahora mismo, para mi, es de las mejores bases en Europa porque tiene una intensidad en defensa que pocas jugadoras pueden igualar. Mucho instinto defensivo, agresivo y luego tiene una capacidad muy buena de lectura del juego del pick and roll en campo abierto, explosividad y con los años más fiabilidad en el tiro, porque antes se dedicaba más a pasar. Está siendo una jugadora muy determinante en momentos importantes de partido” dice Laia sobre ella.
Estas palabras de Palau son muy parecidas a lo que dijo Queralt: “Evidentemente al jugar de base piensa siempre en el equipo, hace todo lo que le pida el entrenador o el club, y las compañeras también. Es que, de esta tía, qué te voy a decir… tanto en defensa como en ataque… Es que te iba a decir que en defensa es de las mejores, pero en ataque también. Aporta siempre en todo, anota, asiste, rebotea…”.
Y no es lo único en lo que se parece mucho lo que dicen ambas. Tanto Queralt como Laia tienen claro que Cristina es un ejemplo para todos. Ya lo explicaba yo al principio, pero tiene más validez saliendo de sus bocas.
“Lo he dicho siempre, no es mi ídola porque nos sacamos solo dos años y la conocí cuando yo también era profesional. Pero si la hubiera conocido cuando era pequeña sería mi ídola” asegura Queralt, mientras que Laia dijo que “sobre todo lo que yo destacaría es su carácter competitivo, el esfuerzo generoso en el tema de la defensa que esto para ser una base es importante para ser un ejemplo”.
A lo que Casas añadió que “todos la conocemos, la hemos visto jugar y es una maravilla de jugadora. Cualquier entrenador o cualquier jugadora la querría en su equipo como compañera. Lo da todo en la pista, y no se guarda nada para luego. Son 40 minutos y ella se deja la piel durante todo ese tiempo hasta acabar muerta, y lo hace por el equipo”.
En definitiva, Ouviña es una jugadora que siempre quieres tener cerca. Y por eso Queralt después de tener tantas vivencias con ella tiene claro esto: “Me alegro muchísimo de haber compartido tanto tiempo con ella, y espero que sea mucho más. No sé si mucho más porque ya tenemos una edad pero que sean algunos años más y que sea aquí en Valencia”.
Ya lo he dicho yo muchas veces en diferentes artículos, programas de radio o podcasts, en tweets… pero que lo digan dos jugadoras que han convivido con ella de cerca le da más valor a la hora de hacer una descripción de Cris. Si como jugadora es élite mundial, como persona es de otro planeta.
Imágenes vía: FIBA, FEB y EFE
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