“Basketball is a game of runs”: así se vive una remontada

Baloncesto, un deporte que nos apasiona y nos desespera. Que nos eleva y nos hunde. Que nos cura y nos daña. ¿Por qué? Pues porque es un deporte en el que todo puede cambiar en un segundo. Puedes caer desde lo más alto, o emerger de las profundidades… y esto último fue lo que hizo el Spar Uni Girona en la previa de Euroliga.

El club catalán tuvo que enfrentarse a la necesidad de cambiar el curso de las cosas, ya que habían perdido de doce puntos en la ida de la fase previa de la máxima competición europea ante el ESBVA francés. Con esa gran plantilla, haberse quedado fuera de la Euroleague Women habría sido una losa que arrastrar durante la temporada. Quizá sea esa naturaleza efímera lo que nos engancha tanto a este deporte. Esa sensación de que nunca puedes bajar los brazos, porque en cuestión de segundos puedes perderlo todo. O ganarlo. Quise conocer la visión de alguien que sabe lo que es estar abajo y nadar incansablemente hasta la superficie, y para eso creo que no hay nadie mejor que Laia Flores.

Tanto ella como sus compañeras están acostumbradas a vivir esta montaña rusa que es el deporte profesional, pero ¿cómo se vivió en el vestuario de Uni Girona la situación de tener que remontar 12 puntos para estar en la Euroleague Women? “Llevábamos una semana, desde el partido de ida que jugamos allí en Francia, pensando en el partido de la vuelta. Fue una semana muy dura, con muchos altibajos. Pasamos de tocar el cielo ganando la Supercopa y al cabo de menos de 48 horas perdimos ese partido tan importante, y de la manera que lo perdimos, fue tocar bastante fondo. Pero bueno, así es el deporte”. Y, ¿cómo se afronta eso?: “Sabíamos que teníamos que trabajar y que doce puntos se podían remontar y, desde que aterrizamos en Girona, todo el mundo tenía el foco puesto en el partido de vuelta, además de en el partido de liga que teníamos en medio. Nosotros creímos, sinceramente, que era remontable. Vimos mucho vídeo con Bernat y Antoja para ver los errores que tuvimos, y sabíamos que si cada una aportaba un poco más en su faceta del juego, en las cosas que sabemos hacer, en una defensa más física y que teníamos más tiempo para preparar el partido que en la ida, cosa que no tuvimos en la ida, que lo podíamos sacar. Sabíamos que era un partido que era a cuarenta minutos y que teníamos que encontrar el momento perfecto para hacer el estirón final, lo encontramos y ganamos”. En resumen, preparación y nunca dar nada por perdido.

Pero, ¿cómo fueron las sensaciones durante el partido? Como nos cuenta Laia, todo está más controlado de lo que parece: “Todas habíamos hablado antes del partido y creíamos que lo ideal era ir ganando de cuatro cada cuarto para llegar al final y tener opciones. Como siempre decimos nosotras, “basketball is a game of runs”, o sea que el baloncesto es un deporte de rachas y que, por mucho que nos pudiésemos ir de cinco o seis, ellas podían volver. Por eso, para nosotras era muy importante encontrar el momento oportuno para dar ese estirón. A veces no lo puedes controlar, pero en este caso creo que, mentalmente, cuando ellas volvían, nos mantuvimos muy firmes en nuestra idea de seguir ahí en el partido hasta que encontráramos nuestro momento. Es verdad que en el tercer cuarto nos vamos de ocho, y creemos que ese es el momento, pero ellas nos vuelven a coger y se acercan a cuatro. Cada vez que nos reuníamos en cada tiempo muerto nos veíamos bien de sensaciones y veíamos que estábamos siendo sólidas y haciendo las cosas bien. En los últimos cuatro minutos tuvimos ese momento de subidón total, de meter dos o tres canastas seguidas, dos defensas muy buenas y ahí ya nos fuimos. Ellas se quedaron mentalmente muy tocadas y no tuvieron tiempo de reaccionar”.

 

 

 

Los que hemos tenido la suerte de ir a Fontajau podemos dar fe de que su afición siempre es la sexta jugadora y, en días como ese, más aún. ¿Qué se siente siendo local en un ambiente así? Flores lo tiene claro: “Creo que tenemos mucha suerte de tener una afición como la que tenemos en Girona, siempre lo he dicho. Para mí es una afición ejemplar en los momentos buenos, pero también en los momentos malos. El año pasado no ganamos ningún título e incluso, hasta después de perder contra Avenida el tercer partido para ir a la Final Four, vinieron a esperarnos a la estación de AVE con pancartas de ánimo. Siempre están ahí, y Fontajau en este partido estuvo impresionante con unos 4000 espectadores. Obviamente, cuando empezamos a remontar y empiezas a sentir a la gente, que está totalmente volcada con el equipo, que protestan cualquier decisión arbitral que no va a favor, y se notó muchísimo. Para el rival también influye y, para mí, tener una afición así fue diferencial: si el partido de vuelta y la remontada hubiera tocado en su casa hubiese sido mucho más complicado”.

 

 

 

Y, tras conseguir la clasificación para la máxima competición europea, ¿cuáles son los próximos objetivos a corto plazo? Laia nos cuenta que han “tenido una pretemporada muy complicada, con muchas lesiones, Mendy embarazada, Tolo nos llegó muy tarde y fue todo a último minuto. Perdimos en pretemporada la Liga Catalana y los ánimos no estaban muy bien, pero hay veces que de repente haces un “click”, y para nosotras fue, a parte de la llegada de Crystal y Tolo, perder la Liga Catalana y trabajar más duro que nunca, volver a los entrenos súper concentradas y sacar esta Supercopa que nos dio mucho ánimo (aunque al cabo de unos pocos días perdimos el partido de Euroliga)”. La montaña rusa de la que hablábamos…

“Han sido dos semanas de emociones muy intensas, de días durmiendo poco, y sabíamos que unos de los objetivos principales del club, a parte de ganar el título, era clasificarnos para la Euroleague Women. Ahora lo hemos conseguido y creo que lo que toca es centrarnos en el siguiente partido, hacerlo bien y después en la ELW”. Pero, como nos cuenta Flores, hay otros objetivos, además de ganar:  “Para el club y para el equipo, los próximos objetivos a corto plazo son que el equipo se vaya uniendo cada vez más, que nos conozcamos más, intentar ganar y competir todos los partidos posibles. Día a día, partido a partido e ir construyendo el equipo”.

 

Ya sabéis, la clave es hacer como Laia y nunca dar nada por perdido. La de Mataró es todo un ejemplo a seguir.



 

 

 

 

Imágenes vía: David Subirana

 

#EntraEnLaZona

 

Si te gusta leer y escuchar podcasts sobre baloncesto te recomendamos que nos sigas en nuestro Patreon y allí encontrarás contenido exclusivo que no está en la web. ¡En patreon.com/elperimetro lo encontrarás!

Scroll al inicio