El paso del tiempo nos afecta a todos, pero hay un grupo selecto de jugadoras que por mucho que pase siguen siendo élite en el baloncesto. Y una de ellas es Anna Cruz, que a sus 36 años sigue dando pinceladas de un talento único y es un pilar fundamental en el Barça CBS.
El inicio de su carrera profesional fue en Barcelona, su ciudad natal, y ahora dos décadas después volvió para cerrar el círculo. Salió de allí como una promesa de menos de 20 años y ahora regresó como una leyenda de este deporte.
La figura de Cruz y lo que representa para la pelota naranja de la Ciudad Condal es algo que va más allá de las líneas de la cancha. Es el espejo en el que pueden mirarse muchas niñas, y tenerla de nuevo allí para verla de cerca en el día a día del equipo es muy importante. Es la representación de una joven ambiciosa que llegó a ser profesional cargada de ilusión y regresó 17 años después tras ganar la WNBA o varias medallas con la Selección Española, entre otras cosas.
Anna no solamente es una líder dentro de la pista, dando equilibrio y calma en los momentos donde sus compañeras lo necesitan, sino que es todo un emblema para el club, para Barcelona, para la liga y en general para el deporte español en este siglo.
No hay que mirar las estadísticas sino mirar los partidos en los que Anna está en los minutos finales con el balón en la mano, dando instrucciones a sus compañeras y sabiendo lo que tienen que hacer para ganar. Ahí es donde se ve el verdadero valor que tiene y el gran impacto que provoca en el juego de su equipo.
Y claro, el resto de jugadoras del Barça le hacen caso y siguen el camino que ella marca. ¿Quién no le haría caso a alguien con los galones y experiencia compitiendo entre las mejores que tiene Cruz?
“Siempre he ido con respeto a todo el mundo pero sin miedo a nadie” nos explicaba Anna sobre su filosofía en la cancha, en una entrevista con El Perímetro hace ya unos años. Y es una frase que no puede simbolizar mejor lo que ha hecho, y sigue haciendo, Cruz.
Desde la WNBA hasta la EuroLeague pasando por ligas nacionales de distintos países y sus 158 partidos con la Selección, siendo siempre ella misma, con su forma de afrontar los retos y una actitud especial.
Esto, entre otras muchas cosas, es lo que ha ayudado a que Anna sea la jugadora que es hoy en día. Una líder por naturaleza, una competidora nata y una referente para muchas jóvenes que han ido llegando detrás de ella.
Ahora mismo podríamos decir que Cruz es de las jugadoras con más peso en su club de la liga. Tiene otras compañeras que destacan más en puntos, rebotes, asistencias o valoración, pero Anna se encarga de darle otro tipo de influencia a las suyas cada minuto que sale a la pista, en la convivencia y en todo momento.
El Barça se interesó por ella por muchos motivos, así lo explicó la propia Cruz. Ahora visto lo visto en este inicio de temporada sabemos que fue una gran decisión por parte del equipo y también por parte de la jugadora al decidir firmar. “Núria (Martínez) me llamó para interesarse por mi, tuvimos una conversación sincera en la que me expuso la idea del club y en la que yo le expliqué que tenían muchos puntos a favor, porque fichar con el Barça iba a ser como cerrar un círculo” dijo Anna sobre la forma de unirse su camino con el del club.
A lo mejor hay gente que pensó que debido a su edad, las lesiones y el momento de su carrera en el que se encuentra iba al Barça para retirarse allí, pero por lo que estamos viendo parece que le queda todavía mucho por darle al baloncesto y sus planes son seguir compitiendo al máximo hasta el último día. Y ojalá que sea así, porque cuanto más tiempo podamos seguir disfrutando de ella mejor para todos.
Imágenes vía: Barça CBS y Getty Images
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