El Hozono Global Jairis hizo uno de esos fichajes que tienen un gran impacto, tanto por lo que representa la jugadora sobre la pista como por la persona que es.
Abby Bishop llega al conjunto murciano para ser una referente tanto en los partidos como en el día a día del equipo, los fans y todo lo que representa el club.
La australiana empezó su carrera en el 2005 en su país, y ha tenido experiencia por todo el mundo desde la WNBA con Seattle Storm hasta la liga española con el Uni Girona. Por lo que a Jairis llega con 34 años, pudiendo ser una de las líderes del proyecto y un emblema para esta nueva temporada en Alcantarilla.
La historia de Abby Bishop
A sus 23 años, cuando ya estaba en la cima del baloncesto australiano, la vida de Bishop cambió.
Por distintos motivos, tomó la decisión de criar a la hija de su hermana, Zala, y se convirtió en madre prácticamente de la noche a la mañana.
«La adopté en 2013 en el hospital cuando tenía dos días. No me arrepiento de nada. Sé que es lo que debía hacer en ese momento y que tanto ella como yo tuvimos mucha suerte» explicaba Abby. Los problemas llegaron con las Opals al no poder tener a Zala con ella.
Bishop no entendía que la Federación Australiana no la dejara tener a su hija con ella en las concentraciones.
«Me dejó alucinada hasta el punto en que tomé una posición y decidí renunciar», dijo sobre el tiempo que estuvo lejos de la Selección.
«Siempre he sido de esas personas que ponen a todo el mundo por delante de mí y eso hice cuando me pronuncié contra la política parental. No lo hice por mí, porque sabía que en ese momento no me iba a beneficiar, pero era importante para el futuro».
Bishop es una persona muy especial y se nota en sus acciones. «No lo hice por reconocimiento, no recibo ningún reconocimiento, pero miro a todas las mamás que están cosechando los frutos de mi sacrificio y me hace feliz».
«Si no hubiera tomado esa posición y dejado la Selección, entonces las cosas probablemente no habrían cambiado. Aunque me lo perdí, ahora todas estas mamás maravillosas pueden jugar en las Opals y en la WNBL y hacerlo con sus hijos». Abby es una persona increíble.
«Es algo de lo que me siento extremadamente orgullosa porque fui la fuerza iniciadora de ello y me hace muy feliz ver a otras mujeres seguir haciendo su trabajo con sus hijos» explicaba Bishop.
Su perfil y cómo juega
Abby es una interior que ronda el 1’90 de altura, pero con un buen IQ sobre la pista que le permite aportar también desde fuera de la pintura.
En su última temporada en Europa, que fue en Italia con la Virtus Bolonia, sus promedios fueron de 15.3 puntos, 7.8 rebotes, 2.4 asistencias, 1.1 robos y un 35.6% en triples para hacer 17.1 de valoración. Eso fue en la 2020-21 en las competiciones domésticas.
Si Bishop encaja bien en el Jairis, lo normal es que sea una de las jugadoras más destacadas de la plantilla y de las que haga mejores números. Veremos el rol que tiene y si puede sacar a relucir todo su potencial.
Imágenes vía Southside Flyers y Abby Bishop en Instagram