Washington Mystics comenzó la temporada como serio candidato al anillo. El año anterior con una mejorada Elena Delle Donne lograron ser competitivas y se habían reforzado bien para este 2023.
La incorporación de Brittney Sykes, jugadora de Girona, fortalecía la parcela defensiva en el frountcourt tras la salida de Alysha Clark.
Sin embargo, la temporada se comenzó a torcer con múltiples lesiones, tanto de Kristi Tolliver que volvía al equipo con el que había conquistado el anillo en 2019, Shakira Austin, la jugadora de segundo año que sumaba en la parcela ofensiva como en la defensiva, Ariel Atkins y, sí, de nuevo la de Elena Delle Donne.
Ante este panorama, forzaban un traspaso para obtener los servicios de Queen Egbo, proveniente de Indiana Fever y así disponer de una center suplente para Hines-Allen y Tianna Hawkins.
Aun así, el equipo se mostraba débil respecto al resto de contendientes con tantas bajas en tantas posiciones clave.
No contábamos con dos auténticas amazonas de la pista: Natasha Cloud y Brittney Sykes.
Ambas han incrementado de forma ostensible su aportación ofensiva, firmando dobles dígitos de anotación partido tras partido, pero es que en defensa es un auténtico escándalo. Los momentos decisivos en los que hay que amarrar la victoria o pelearla, ambas jugadoras parecen multiplicarse en la pista. Las manos aparecen en todas partes y están en un nivel absolutamente top en estos momentos.
En los últimos 3 partidos, en los que se han intercalado 2 derrotas y 1 victoria, Sykes ha hecho de media 23 puntos, 2 asistencias y 3 robos por partido mientras que Natasha Cloud ha hecho 21.3 puntos, 6.6 asistencias y 2 robos.
Es cierto que de momento están en una mala racha que les ha hecho caer hasta el 6º puesto en la clasificación, pero lo cierto es que en el momento que recuperen a sus titulares, la propia inercia de estas jugadoras les volverá a catapultar hasta los primeros puestos de la liga.
La pareja Cloud-Sykes va a dar mucho que hablar todavía.
Imagen vía Getty Images