Cualquier deportista de élite sabe que las lesiones son parte del juego también. Se convive continuamente con la posibilidad de cortar la progresión de una carrera o, en el mejor de los casos, una simple pausa en su desarrollo. Por eso es tan importante la salud mental de los jugadores para que sepan gestionar los momentos de parón por lesión, ya sea un mes o un año en las graves.
Las tan temidas de ligamento cruzado o tendón de aquiles suponen un largo camino hasta el retorno, que cuando se produce en buenas condiciones agranda la figura del deportista.
Este año hemos visto como Brionna Jones de Connecticut Sun se rompía el tendón y, por desgracia, tardaremos en volver a verla en una cancha. Al igual que ella, otras jugadoras como Diamond DeShields o Lou López Sénéchal de Dallas Wings, se perderán la temporada por completo y esperemos que retornen el año que viene. Otros equipos como Los Angeles Sparks esperan que parte del roster vuelva en algún momento y que Layshia Clarendon, Lexie Brown o Chiney Ogwumike se incorporen al mermado equipo angelino. Habrá que esperar al año que viene para volver a ver a Katie Lou Samuelson de baja por maternidad y ojalá Skylar Diggins-Smith pueda volver pronto después de dar a luz a Phoenix. Minnesota Lynx recuperó a Diamond Miller y espera que las lesiones de Aerial Powers y Jessica Shepard remitan. No volverá Tiffany Mitchell con una lesión de largo plazo. Y Nueva York todavía tiene esperanzas en que Stephanie Dolson pueda volver en algún momento de la temporada.
La última jugadora que ha caído y que se perderá el próximo All-Star de Las Vegas este fin de semana es Elena Delle Donne.
Si las Washington Mystics estaban mermadas ya de por sí con las bajas de Shakira Austin, Ariel Atkins o Kristi Tolliver, faltaba una nueva lesión de su superestrella. Es cierto que lo que estamos viendo mucho en estas jornadas, tras cumplirse casi dos meses de competición, son lesiones de tobillo en gran medida, que con reposo y rehabilitación quedan en pocas semanas de recuperación. Parece que Delle Donne, que lleva una temporada un tanto aciaga con las lesiones, será reevaluada en un par de semanas y no revestirá una gravedad extrema. Y bien que la necesitan las Mystics.
En todo caso, la intensidad de la temporada es enorme y ningún equipo se está dejando llevar. La competición entre ellas es dura por un hueco en plantilla y nadie bajará las revoluciones hasta que termine. Esperemos no volver a ver ninguna lesión más de gravedad y todo se quede en pequeños sustos.
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