La franquicia de Georgia en la última temporada tuvo un incorporación como Chennedy Carter que puede dar mucho a la organización tanto a corto como largo plazo. Aprovecharon el bajón del 2019 para sacar conseguir a una gran promesa con su elección de primera ronda.
El problema para la rookie es que llegó a un equipo donde ya no contaban con Angel McCoughtry y que iba a tener al margen de la temporada a la principal estrella, Tiffany Hayes. Es escenario tuvo cosas buenas y malas, ya que Carter pudo jugar con muchísima libertad para habituarse al funcionamiento de la liga pero no pudo competir en los playoffs.
La importancia de Hayes en el vestuario y en la cancha se ha notado muchísimo por su ausencia en la burbuja de Bradenton. La escolta de las Atlanta Dream no llegó a la WNBA con el perfil de ser una jugadora de primera línea y no tuvo un rendimiento universitario descomunal como la gran mayoría de jugadoras que son All-Star posteriormente. Su nombre no era de los más llamativos en su generación. Por lo que ha tenido que irse trabajando todo para ser una de las mejores de la competición.
Es un perfil que sin dudas le hubiera venido muy bien a Chennedy para adquirir conocimientos vitales para que su carrera siga avanzando en la WNBA los próximos años. Como también para haber podido competir.
Tiffany Hayes, necesaria en Atlanta
La etapa de college para Tiffany fue en un gran equipo, con un gran cuerpo técnico y eso fue vital para su desarrollo. Para repasar rápido su etapa en las UConn Huskies cabe señalar que fue dos veces campeona, como novata y sophomore. Entró en una buena generación con Maya Moore, Tina Charles o Renee Montgomery, por lo que aprendió pronto lo que es una dinámica campeona.
En las temporadas que siguió en la NCAAW sin ganar campeonatos, sus números aumentaron y acabó consiguiendo mejorar su estatus de cara al Draft 2012 de la WNBA. Aunque finalmente no pudo salir elegida en la primera ronda. Su última temporada con las Huskies fue de 14.7 puntos, 5.8 rebotes, 3.3 asistencias y 2.2 robos. Suficiente para ser la segunda de la segunda tirada de seleccionadas.
Finalmente el tiempo le ha dado la razón a las Dream, ya que una decena de jugadoras elegidas por encima de Tiffany Hayes no han sido All-Star. Si hacemos un re-draft de esa generación, sería impensable sacarla de los primeros puestos junto a Nneka Ogwumike.
Aunque fue un proceso lento el que tuvo que pasar hasta que la dorsal ’15’ de las Dream diera un gran paso al frente. En los 34 partidos que disputó como rookie, fue titular en 17 con unos promedios decentes para menos de 24 minutos de juego. Sus 8.6 puntos, 3.1 rebotes, 2.1 asistencias y 0.8 robos le sirvieron para estar en el quinteto de mejores novatas en el 2012.
Su segunda temporada fue disputando menos cantidad de partidos y bajando sus minutos, pero aumentó sus prestaciones en el tiro exterior para aprovechar y consagrarse como una titular en el futuro. Un año en que Atlanta hizo buenos playoffs pero perdieron contra las Minnesota Lynx teniendo a la shooting guard subiendo aún más sus estadísticas en los partidos claves. En ese momento empezó a nacer Tiffany ‘partidos importantes’ Hayes, demostrando que funciona muy bien bajo presión.
En el 2015 y 2016 siguió progresando adecuadamente, mejorando poco a poco en diferentes aspectos del juego y empezando ser una estrella de la liga. A mediados de la regular de 2017, fue llamada para participar en el All-Star, haciendo su segunda mejor temporada hasta el momento en territorio estadounidense. Luego al año siguiente tocó su consagración definitiva.
Lo ocurrido en las Dream durante la ausencia de Hayes
En Atlanta se estaban consolidando como un equipo aspirante al título, conectándose de gran manera las jugadoras con la entrenadora. Nicki Collen fue nombrada la Coach of the Year en el 2018. Mismo año en el que Tiffany estuvo incluida en el mejor quinteto de la WNBA. Se esperaba que en las Dream lucharan por entrar en los playoffs esa temporada, y con la explosión de su escolta se convirtieron en unas potenciales ganadores del título.
Aunque el proyecto sufrió en retraso en la temporada 2019 por culpa de las lesiones y un equipo que no terminó de encontrarse a si mismo. Pero gracias a eso se han llevado a una joven muy talentosa. Además de haber conseguido moverse muy bien en el mercado para ir cogiendo forma de nuevo e intentar verse como contender otra vez.
La firma en la agencia libre de Courtney Williams y la llegada de Carter propone diferentes opciones para buscarle una pareja de baile a Hayes o incluso utilizar a este tridente a la vez. Tienen la oportunidad de formar un buen backcourt para los próximos años. Sea cual sea la titular y la suplente, con Courtney y Chennedy se aseguran anotación, organización y muchos factores que Tiff echó en falta en la temporada 2019.
Otros nombres que han llegado siendo agentes libres, como Cheyenne Parker o Shekinna Stricklen, han sido adquisiciones muy bien estudiadas. Todas encajan para que fluya el baloncesto alrededor de Tiffany. Una reconstrucción exprés con la finalidad de volver a tener a la versión de Hayes que ingresó en el First Team de 2018 y desarrollar a Carter de la mejor forma posible.
Una de las jóvenes que también han incorporado fue Brittany Brewer, quien es otra gran pieza para encajar en el rompecabezas. Es una interior que ha sido capaz de hacer 16 tapones en un partido como universitaria, pudiendo ser la protectora de aro que de respiro a Elizabeth Williams desde la segunda unidad. Tras reforzar tan bien las posiciones exteriores, hacía falta compensar con buenos refuerzos en la pintura donde también han firmado a Tianna Hawkins.
¿La sustituta de Angel McCoughtry?
La salida de McCoughtry buscará ser remplaza con Hayes ya que es la principal cara de la franquicia tras su marcha. Pero han reforzado bien el equipo para no centrarse solo en ella como un recambio natural, sino tener armas diferentes y un buen abanico de recursos. El papel donde la escolta sustituirá a la actual jugadora de Las Vegas Aces es siendo una líder espiritual del vestuario y el emblema del equipo.
Esta temporada 2021 tiene que caer gran parte del peso sobre Tiffany y Chennedy como las principales referencias. Son el hoy y el mañana del equipo. Casi todas las jugadoras que tendrá alrededor son bastantes seguras en sus roles y puntos fuertes, por lo que puede darse un escenario parecido a la temporada 2018 donde Nicki fue la COY y Tiffany una de las mejores estrellas de la liga.
Es cierto que no estuvo en la burbuja del año pasado, pero ha venido haciendo una gran temporada con el Perfumerías Avenida de Salamanca llevando una racha de 30 victorias entre todas las competiciones que disputan. Algo que le ayudará a llegar con una buena dinámica y mentalidad a Georgia en verano.
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Imágenes vía: Getty Images y WNBA