La mítica entrenadora de las Tennessee Lady Vols, Pat Summitt, es muy conocida por su gran carrera en los banquillos siendo hasta hoy la única head coach que había llegado a las 1,098 victorias. Una cifra que no termina de simbolizar el gran impacto que tuvo en el baloncesto.
Además se suma una gran narrativa acompañada por su muerte justo antes del campeonato de la WNBA de una de sus alumnas más reconocidas, Candace Parker. «Podía escuchar su voz diciéndome que continuara, y ella definitivamente estaba presente esta noche» dijo CP3 al terminar el partido donde ganó su anillo en 2016.
El 18 de abril de 2012, después de que las Lady Vols perdieran ante las Baylor Lady Bears en el Elite Eight, Summitt renunció de su cargo poniendo fin a su carrera de entrenadora de 38 años a sus 59 años.
Casi una década después, el 13 de diciembre de 2020, otra mítica en los banquillos de la liga universitaria ha llegado al mismo número de victorias que tuvo la leyenda de Tennessee.
Ha sido Tara VanDerveer, quien empezó como head coach en Idaho Vandals en 1970 llegando antes que Summitt a la NCAAW por unos años de diferencia. Aunque VanDerveer, a diferencia de Pat, ha dirigido a varios equipos. A sus 67 años ha obtenido 946 de esas victorias en Stanford.
Tara tuvo un paso por Ohio State de 1980 a 1985, luego ya ingresó a Stanford hasta el presente. Aunque tuvo una pequeña pausa entre 1995 y 1996 en la que fue la encargada de sentarse en el banquillo del combinado nacional donde había estado antes la entrenadora de las Lady Vols. Aunque antes de eso ya había tenido breves periodos dirigiendo en eventos menores.
«Éramos grandes amigas. Aprendí mucho entrenando contra Pat. Entrené a muchas a jugadoras de Pat a nivel internacional… Aprendí lo mucho que a sus jugadoras les encantaba jugar para ella. Como entrenadora, creo que esos son todos nuestros objetivos: Ser como Pat, ser una entrenadora que a tus jugadoras les encante jugar para ti» dijo VanDerveer en la entrevista de Pac-12 Network tras conseguir la victoria que igualó el registro de Summitt.
En sus memorias, Tara tiene capítulos de niña donde su padre le decía: «El baloncesto no te llevará a ninguna parte. Entra y haz tu álgebra«. Ahora que está en un selecto club que comparte con la mítica Pat, esas palabras quedan como algo testimonial al lado del gran legado que ha conseguido la coach de Stanford. Aunque las matemáticas le vendrían bien para llevar la cuenta de sus victorias como entrenadora.
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