Quizá te pueda sonar Dee Brown, el mítico jugador de los Boston Celtics. Una figura que continúo su carrera desde los banquillos. Fue coach en 2002 y 2004 en la WNBA, y luego asistente en la NBA hasta 2015. Ahora es su hija quien sigue manteniendo vivo su legado siendo jugadora de las Minnesota Lynx y teniendo una gran proyección por delante.
Nacida en Massachusetts en 1994, Lexie se ha criado siempre cerca de una pelota de baloncesto. A sus 8 años, su padre ya era entrenador de la mejor liga femenina del mundo. Un factor que seguramente haya influido en tener unos movimientos tan inmaculados con el balón en sus manos.
Su etapa en el High School fue cambiando de equipo varias veces, aunque ya mostraba que tenía nivel para llegar lejos en el mundo del baloncesto. Brown apareció en el 2013 McDonald’s All-American Game y consiguió poder elegir entre varias universidades de bastante categoría para proseguir con su formación.
La NCAAW la esperaba, y fue Maryland el lugar donde Lexie eligió jugar. Un equipo al que llevó a la Final Four en su primera temporada, ganándose el apodo de «Big Shot Brown». Un gran comienzo, que estuvo respaldado por entrar en los quintetos ACC All-Freshman y del Equipo ACC All-Academic.
Fue como sophomore donde realmente destacó. Su palmares aumentó considerablemente sumando estar en el All-Big Ten First Team, All-Big Ten Defensive Team, Big Ten Tournament Player, Academic All-Big Ten y AP Tercer equipo All-American. Además de ser la jugadora más destacada del torneo Big Ten. Aunque las de Maryland no fueron capaces de derrotar a las UConn Huskies en la Final Four. Aún así, Lexie ya mostraba ser una base total y que apuntaba alto para construirse un futuro en la WNBA.
Antes de emprender el camino a ser profesional tendría otra parada. Para jugar más cerca de su casa se cambió a la Universidad de Duke, devolviendo a al equipo al centro de atención del baloncesto nacional femenino. Con la camiseta de las ‘Blue Devils’ promedió 18.9 puntos, 4 rebotes, 4.1 asistencias y 3.3 robos, siendo nombrada ACC Defensive Player of the Year en 2018. El mismo año que ingresaría al Draft WNBA.
Las Connecticut Sun la eligieron en la novena elección de primera ronda, pero no tendría mucha importancia con esa franquicias. Con solo 5.6 minutos de juego no tuvo oportunidad de demostrar su valía. Un daño colateral de caer en un proyecto competitivo en donde conseguir hacerse un hueco en la rotación es complicado.
Tuvieron que ir las Minnesota Lynx al rescate, traspasando una ronda del draft para conseguir los servicios de Lexie y empezar a darle importancia dentro de la mejor liga del mundo. Un estímulo al que Brown respondió convirtiéndose en una de las mejores jugadoras saliendo desde la segunda unidad de toda la competición. Grandes actuaciones como ante Los Angeles Sparks o Seattle Storm lo dejaron más que claro.
Lexie se destapó como la jugadora de primer nivel que fue en la etapa de formación, y su coach lo supo ver rápido. Tras un partido donde la base estuvo muy fina desde el triple, Cheryl Reeve dijo: “Creo que Lexie ha tenido confianza, y eso es lo que he disfrutado de ella. Pero ella no es solo una tiradora y eso es un gran punto a favor. Ella no es solo una especialista«. Reeve le dio mucha libertad a Lexie cuando estaba en la cancha durante la temporada 2019. Cuando tuviera oportunidad de disparar, podía hacerlo sin miedo. Una confianza que se veía reflejada en su juego.
A sus 25 años, ya ha hecho la parte difícil del trabajo que es conseguir ser una jugadora importante en la WNBA. Ahora el objetivo debe seguir consolidándose hasta consagrarse con alguna participación en el All-Star. Algo para lo que tiene calidad de sobra. Se puede decir que Lexie Brown tiene el futuro en sus manos.
Su primera aventura jugando un tiempo considerable ha sido más que positiva. Si alguien tuvo dudas de cuando era jugadora de las Sun por su poca participación, no debe tenerlas ahora. Ella ya ha puesto su candidatura encima de la mesa para ser una de las que marquen la próxima generación. Ahora falta que el tiempo sea fructífero para ver algún día el nombre de Lexie Brown junto a las grandes estrellas.
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