¿Y ahora qué?
¿Qué se supone que se hace cuando, después de 294 días de incertidumbre e injusticias, puedes disfrutar de nuevo de la libertad? Supongo que será alguna de las muchísimas preguntas que se pasaran por la cabeza de Brittney Griner después de ser por fin liberada por las autoridades rusas como parte de un intercambio de presos con Estados Unidos.
El pasado febrero, la pívot estadounidense, que como muchas otras jugadoras aprovechaba la temporada baja de la WNBA para jugar en el Europa (en su caso, en el Ekaterimburgo ruso), fue detenida en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú por posesión de dos cartuchos de vaporizador con aceite de cannabis en su maleta.
Su detención, se hizo pública tras la invasión rusa de Ucrania (unas dos semanas después) lo que hacía pensar que el asunto tenía ciertos tintes políticos. En julio se declaró culpable y admitió que los botes eran suyos, añadiendo que no tenía intención de incumplir la ley y que el hecho de que estuviesen en su equipaje se debía a la prisa con la que había empaquetado todo.
El fiscal pedía para ella una pena de nueve años y medio de condena por tráfico de drogas y la sentencia final recogía una pena de 9 años, bastante cerca de ese máximo. La condena incluía el pago de una multa de un millón de rublos, unos 16 mil euros. La dureza del veredicto llevaba a su agente a escribir en Twitter que esto «demuestra que Brittney está siendo usada como un peón político”.
Y es que, según las leyes rusas, el cannabis es ilegal y poseer menos de 6 gramos tiene una pena de 15 días de cárcel (la cantidad que llevaba la Griner era de 0.702 gramos). En noviembre conocíamos, por medio de sus abogados, la noticia de que las autoridades rusas habían trasladado a la jugadora a un colonial penal.
Maria Blagovolina y Alexander Boikov lo confirmaban: “Nuestra clienta, Brittney Griner, fue enviada el 4 de noviembre de un centro de detención para personas a la espera de juicio en el que estuvo desde su arresto a una colonia penal para cumplir su sentencia” a lo que añadían “en estos momentos no hay información sobre su actual paradero”.
Cada nueva noticia que se conocía de Griner durante estos 9 meses, era rápidamente comentada en las redes sociales, que se volcaban con la jugadora. También el mundo del baloncesto ha mostrado su apoyo y unión a la hora de denunciar la injusta situación: sus compañeras de selección dejaron libre su dorsal (el número 15) en el mundial celebrado en septiembre en Australia, las jugadoras de Baylor University (donde se formó Griner) lucían sus iniciales en la camiseta en señal de apoyo, fue parte del All-Star de forma honorífica y otros muchos gestos de ánimo a una de las mejores jugadoras de la historia de la WNBA.
A la creciente atención pública que suscitó su detención, se sumó desde este verano, el aumento de las negociaciones entre la Casa Blanca y Rusia. Su condición de mujer, negra y abiertamente homosexual encarcelada en un país donde las condiciones para personas de la comunidad LGTBQ han sido especialmente desfavorables hizo que su futuro fuese un asunto de gran importancia.
Las negociaciones terminarían en un intercambio que el propio presidente de los Estado Unidos, Joe Biden, comunicaba estemediodía en sus redes sociales. Estados Unidos ofreció un canjeo con el preso Viktor Bout (un traficante de armas ruso conocido como “el mercader de la muerte”), intercambio no exento de polémica.
Brittney Griner (que ha cumplido 32 años recientemente) fue la primera jugadora de baloncesto de la NCAA en llegar a 2000 puntos y 500 tapones. Seleccionada en el primer puesto del draft de la WNBA en 2013 por Phoenix Mercury firmó 17 puntos, 8 rebotes, una asistencia, un robo y 4 tapones en su debut, partido en el que además se convirtió en la segunda jugadora en conseguir un mate en un partido de WNBA (la primera fue Candace Parker, en 2008).
Ese mismo año participó en el All Star. Con sus 2.03 de altura, y su envergadura de 2.2 metros, Griner es conocida por ser habitual verla colgándose del aro, de hecho, tiene el record de mates realizados por una mujer en un partido de la liga profesional. Con el combinado nacional, suma 2 oros olímpicos, en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2021 y dos oros en campeonatos del mundo, en Turquía, en 2014 y en España, en 2018.
Pero quizás, el logro más importante de su vida, haya sido ser capaz de volver a vivirla en libertad, tras el largo infierno. Ojalá poder verla seguir engordando su palmarés y ojalá que esta estrella de Phoenix Mercury, vuelva a brillar en las pistas sobre todo porque eso significaría que el infierno de estos meses habrá sido un fantasma del pasado.
Imágenes vía: Getty Images
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