La base norteamericana ha tenido una carrera bastante nómada. Siempre sin aguantar un cuatrienio vistiendo la misma camiseta y yendo de pabellón en pabellón jugando como local. Su llegada a la liga fue muy joven, por lo que a sus 28 años ya conoce los que es vivir en varias ciudades con franquicia en la WNBA.
En sus primeras temporadas no tuvo mucha importancia. Dentro de la plantilla de las Indiana Fever había mucha competencia por los puestos de titulares. Nombres como Tamika Catchings, Katie Douglas, Briann January o Shavonte Zellous se llevaban la mayoría de posesiones, tiros y focos. Un escenario que dejaba a una novata Layshia Clarendon con solamente 4 partidos como titular y 19.4 minutos de media. Un tiempo en cancha que disminuyó como sophomore, disputando un partido menos como parte del quinteto inicial y bajando a 13.7 minutos de media.
El cambio a las Atlanta Dream en el 2016 le sentó muy bien. Comenzó a ser titular indiscutible en un equipo, empezando a subir sus números y empezar a consolidarse en la WNBA. En su segunda temporada con las de Georgia le llamaron para el All Star a los 27 años.
Durante la temporada 2018 vivió un intercambio, acabando en las Connecticut Sun. Un movimiento que quizá la benefició a nivel colectivo, pero que le hizo dar un paso atrás en su carrera individual. Tuvo que pasar a un papel secundario y salir de la segunda unidad. Algo que hizo bajar su minutos y resto de estadísticas casi a la mitad de cuando fue a la noche de las estrellas.
En el 2019 tuvo que operarse del tobillo derecho, lo que la dejó prácticamente sin jugar partidos. Ahora, siendo agente libre ha recibido la llamada de la franquicia de la ‘Gran Manzana’. Un contrato de 2 temporadas garantizadas por un total de 240.000 dólares.
En las New York Liberty tienen los puestos exteriores bastante cargados, por lo que se indica que quizá no haya sido el mejor fichaje o que vayan a realizar otra operación a raíz de contratar a Layshia Clarendon. Además, van a incorporar a sus filas a Sabrina Ionescu y con ello van a tener un talento en el puesto de guard que haga eclipsar aún más a la recién llegada en la agencia libre. La jugadora de Oregon Ducks tiene potencial para marcar una época, y lo lógico es que en las Liberty le den las llaves de la franquicia para que haga lo que quiera. Un escenario que seguramente haga de Clarendon un complemento para tener profundidad y buscar competir desde el primer año. Si los pronósticos no fallan, con Ionescu se puede pensar en un proyecto ganador desde su temporada rookie.
Libs fam, join us in welcoming @layshiac to New York! #BROOKLYNLOUD2020🗽 pic.twitter.com/m7cblgWPFX
— New York Liberty (@nyliberty) February 10, 2020
El coach de las Liberty, Walt Hopkins, ha dicho sobre esta llegada al equipo: «Layshia es una pasadora de élite y líder en la pista con un coeficiente intelectual de baloncesto extremadamente alto. No solo lidera vocalmente, sino que también modela constantemente una ética de trabajo incansable y respeto por quienes la rodean. Ella será una gran ayuda para nuestra plantilla y la cultura de nuestro equipo, tanto dentro como fuera de la cancha». Algo que hace pensar que su llegada haya sido pensando en ejercer de mentora sobre Sabrina Ionescu para guiarla en sus primeros pasos como profesional. Un movimiento que puede ser muy inteligente en el caso de funcionar bien ambas dentro de los sistemas.
Ahora mismo, Sabrina acaba de firmar su vigesimoquinto triple-doble en la liga universitaria, y cada vez da más motivos para pensar que tendrá impacto directo en la WNBA en este verano del 2020. Además, su compañera de Oregon, la alero Satou Sabally, se ha presentado al draft siendo pronosticada como segundo pick. Una muestra de que es capaz de brillar con otras jugadoras al lado y que se puede construir un proyecto sobre ella.
Además, debemos recordar que con la elección número 2º del último draft fue suyo y eligieron a una guard. Por lo que podría ser una mala gestión volver a apostar por una joven exterior si no fuera porque hablamos de que Ionescu es una jugadora generacional, o al menos a eso apunta. Aunque tener a Asia Durr puede ser una buena jugada a largo plazo de cara a salir desde la segunda unidad y que Layshia forme el backcourt titular con Sabrina, o incluso usarla como moneda de cambio para reforzar otra posición en un traspaso.
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