Dallas Wings puede ser idílico para Astou Ndour

Su nombre puede sonar desde hace muchos años, aunque realmente la carrera de la pivot española todavía no ha llegado a su madurez. Hasta ahora ha demostrado unas grandes cualidades para este deporte, pero lo mejor aún está por llegar. A sus 25 años afronta una nueva aventura en las Dallas Wings, saliendo de Chicago al mismo Estado donde inició su carrera WNBA. Una nueva ciudad donde seguir aumentando su estatus en los Estados Unidos, pero antes de eso siempre viene bien recordar sus inicios.

El contacto con la pelota naranja comenzó en África. Aunque tenga la nacionalidad de España, ella es nacida en Senegal, siendo ahí donde comenzó a jugar al baloncesto. Fue en Dakar donde empezó a destacar, hasta que decidió viajar a las Islas Canarias con la ilusión de conseguir triunfar debajo de las canastas isleñas. Gran Canaria tuvo el lujo de acogerla y a las órdenes del cuando entonces coach y ahora presidente del C.B Islas Canarias, Domingo Díaz.

Un proceso que fue muy complicado, y la propia Ndour lo ha asegurado: «Esos días me marcaron. Fueron difíciles. El primer entrenamiento no fui capaz de terminarlo, no podía aguantar el ritmo. Era otro nivel y otra cultura. Pero lo superé rápido«. Una etapa que superó gracias al apoyo de Domingo y su esposa, a quienes siempre ha asegurado que les agradece todas y cada una de las cosas: «Fueron clave. Siempre les daré las gracias porque desde pequeña confiaron en mí. Vieron algo que yo no veía. Me apoyaron y aconsejaron desde el principio«.

Astou fue drafteada con la elección 16º de 2014 por las San Antonio Stars. Una franquicia donde le costó hacerse hueco debido a su juventud en la temporada rookie. A los 19 años aún era muy pronto para medirse con las mejores jugadoras del planeta. Es por ello que en el 2015 se fue a jugar a Europa, estando una temporada en el Fenerbahçe para prepararse mejor.

Fue el 2016 el año que le disparó a la élite, haciéndose un hueco en la rotación de las texanas y conquistando la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Una proeza donde fue la más destacada junto a Alba Torrens. Un verano al raíz de que las Chicago Sky se interesaran en ella para ser incluso titular en diferentes ocasiones. Poco a poco la WNBA se estaba volviendo más acogedora para ella.

Ahora en este 2020 le espera afrontar un escenario diferente, pero que le puede ser idílico. La plantilla de las Wings es muy joven, siendo quizá el entorno ideal para que siga desarrollándose. En la temporada anterior hizo su máxima cantidad de minutos promedios, y seguramente esa cifra siga en aumento de manera progresiva.

A falta de saber a quienes elegirán en el draft – para el que tienen varias elecciones de primera ronda – su competencia por el puesto no es muy elevada. La temporada anterior Kristine Anigwe y Imani McGee Stafford no tuvieron mucho peso, pudiendo ganarse el puesto titular en el caso de empezar con un buen nivel los primeros partidos. La primera jugó 22 partidos con menos de 9.5 minutos de media, mientras que la segunda estuvo 11.9 saliendo incluso de inicio en algunas ocasiones. Un escenario que puede acabar con Ndour aumentando su importancia en la liga.

Una de las jugadoras que podrían llegar de la NCAAW para robarle minutos es Lauren Cox, aunque sea ala-pívot. La interior de las Baylor Lady Bears tiene una gran proyección, estando casi seguro en el top 3 de los pronósticos junto a Sabrina Ionescu y Satou Sabally. Según parece, las de Dallas tendrán casi por seguro a Cox o Sabally, siendo la alero alemana la que mejor vendría para que el rol de Astou sea más significativo en la rotación. Por suerte para ella, la pivot mejor posicionada en los mock draft es Luisa Geiselsoder, estando casi al final de la segunda ronda. Un gran motivo para sonreír pensando en que tiene todas las papeletas para ser titular. El 17 de abril cuando se de la ceremonia, sabremos finalmente quienes son las compañeras que cierran su plantilla.

Algo que está más que claro es que la hija adoptiva de Gran Canaria se adaptará a la perfección a la plantilla, haciendo todo lo posible para hacerse un hueco lo más grande posible. Desde su llegada a las ‘islas afortunadas’ ha demostrado que es capaz de superar todo y triunfar en la WNBA no va a ser lo primero que se le resista. Junto a Arike Ogunbowale, las hermanas Samuelson y compañía, le toca construir un proyecto que de mucho de lo que hablar en los próximos años.

 

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