La temporada de la NCAA acaba de empezar hace unos pocos días, pero ya tenemos que hablar muy seriamente de Caitlin Clark y lo que es capaz de hacer.
La joven estrella de las Iowa Hawkeyes sigue demostrando que tiene todo lo necesario para triunfar en el deporte de la pelota naranja. No es una novedad, pero siempre es bueno remarcarlo.
Y es que hablar de Clark es hacerlo de una anotadora de época, una creadora de juego especial, una jugadora que no deja de mejorar y corregir sus errores… y un largo etcétera de cosas.
La última actuación de Caitlin fue con 26 puntos y 12 asistencias. Unos números que de por si son una locura, pero más cuando los hace en 21 minutos en la cancha. Es una jugadora capaz de generar más de 50 puntos en medio partido. En momentos así, cuando entra en trance, parece que viene de otro planeta.
Caitlin Clark es de otro mundo 👽
Anoche en 21 minutos ⤵️
▪️ 26 puntos
▪️ 12 asistencias
▪️ 5 rebotes
▪️ 2 robos
▪️ 8/12 en tiros de campo pic.twitter.com/qWTQuR20cS— Manu Fresno (@Maanuf96) November 11, 2022
Hay muy pocas jugadoras en la historia del baloncesto universitario que hayan sido capaces de hacer lo que logra Clark con una facilidad que asusta. Y todavía está comenzando su curso junior, por lo que falta mucho por ver de esta extraterrestre en Iowa.
Los highlights de Caitlin son una locura, tirando triples bien defendidos desde casi medio campo y anotándolos como si estuviera ella sola debajo de la canasta. Pero su impacto no se queda en esos lanzamientos, todo lo contrario. Esas jugadas solo son la punta del iceberg.
Obviamente no todo es perfecto y tiene que seguir mejorando cosas, como por ejemplo las pérdidas y los problemas que tiene a veces defendiendo. Aunque como ya dije antes, es una jugadora que parece que se esfuerza en corregir los errores.
En este inicio de temporada está teniendo algo más de cuidado con el balón e intentando estar más atenta para cortar líneas de pase. Veremos si es un espejismo o sigue en línea ascendente en estos aspectos, porque si logra dejar atrás sus debilidades puede convertirse en una jugadora sin antecedentes. Aunque bueno, esto último probablemente lo sea ya.
El rango de tiro de Caitlin es lo que más marca la diferencia con el resto, y eso sumado a un promedio de 7.6 asistencias en sus 52 partidos en la NCAA la hacen ser única. Tiene detalles que antes se veían de forma muy esporádica y ella los está normalizando. Y es que son 27.3 puntos de media con un 47.5% en tiros, y esto haciendo muchos lanzamientos muy complicados.
Seguramente un entrenador sufra viendo algunas de las decisiones que toma Clark a la hora de tirar, pero claro, es que las mete. ¿Qué le vas a decir?
No es una jugadora que sea un ejemplo a seguir para las jugadoras jóvenes, ya que lo que hace es talento natural y es muy difícil de adquirir por mucho que entrenes. Eso es algo que hay que tener muy presente. Es una de esas jugadoras que se pueden disfrutar pero son muy complicadas de imitar. Es especial y si no es única, está muy cerca de serlo.
Hay infinidad de jugadoras que sirven de espejo en el que mirarse para las niñas que practican el baloncesto, así que elegir a Caitlin es una mala decisión. Hay que limitarse a gozar con su juego y sus canastas espectaculares, pero no querer ser como ella porque es prácticamente una misión imposible.
De Clark puedes coger de ejemplo su ética de trabajo, sus esfuerzos por mejorar y bastantes cosas. Pero su juego no. La forma que tiene de flotar sobre una cancha y hacer sus tiros no es algo que se deba de intentar copiar.
Imagen vía: Getty Images
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