Nacida el 6 de noviembre de 1997 en Abilene, Texas, la actual interior de las Atlanta Dream no siempre ha estado en el radar de los scouters. Su nombre ha salido seleccionado en la segunda de la clase 2020, siendo una generación muy talentosa y en la que tiene mucho mérito conseguir un hueco.
Britanny Brewer se empezó a formar en el Wylie High School, jugando en su ciudad natal y teniendo la oportunidad de crecer como jugadora sin alejarse de su hogar. Como estudiante sophomore de la secundaria, sus números fueron 13.8 puntos, 6.5 rebotes y 3.5 tapones, teniendo un gran impacto defensivo y pudiendo ser una defensora generacional gracias a su físico combinado con sus virtudes protegiendo el aro.
La siguiente season fue nombrada All-State y mejoró sus números, promediando 16.7 puntos, 8.3 rebotes y 3.5 tapones, teniendo una progresión positiva y que invitaba a pensar que podría convertirse en una buen prospect. Ella desde niña soñaba con jugar en la WNBA, y brillar desde joven es un buen camino para conseguirlo. En esa etapa empezó a hacerlo al obtener los honores de ser MVP en tres torneos, incluido el torneo de la Región I.
«De niña tenía una barbie de la WNBA. Recuerdo pequeñas cosas como esas en Navidad, recibir regalos de Lisa Leslie. Me encantaba mirar a Tamika Catchings y Candace Parker. Admiraba mucho a esas jugadoras«. – Brittany Brewer
Tras elegir jugar para las Lady Raiders, tendría muy complicado hacerse con un papel importante al llegar como la prospecto N. 97 de su generación y sin tener mucho cartel. Su debut en la NCAAW fue con 22.3 minutos, 5.8 puntos, 5.7 rebotes y 1.7 tapones de media en los 31 partidos que disputó. Aún con mucho por mejorar en lo ofensivo pero mostrando que su poderío defensivo iba a acompañarla durante su carrera fuera en la categoría de formación que fuera.
Esas capacidades defensivas la llevaron a ser parte del Big 12 All-Freshman Team, siendo un impulso para seguir creciendo. Duarante la temporada senior registró 16.6 puntos, 9.1 rebotes y 2.3 tapones de media, empezando ya a destacar y empezar a llamar la atención de las franquicias WNBA, aunque cursaría como senior para llegar más preparada al salto como profesional. En esa season hizo un partido de 40 puntos, demostrando que también podría dominar en ataque.
En la pasada temporada, consiguió dar un paso más allá para firmar un triple-doble con más tapones que puntos o rebotes. Una línea estadística de 12 puntos, 14 rebotes y 16 tapones puso su nombre en uno de los mayores escaparates posibles para el Draft 2020. La jugadora de 6’5 pies de altura hizo un último año universitario de 16.6 puntos, 10.3 rebotes y 4 tapones, consiguiendo convertirse en una prospect que pudiera salir elegida por alguna franquicia entre las 36 mejores de su generación.
Con su elección N. 17, las Atlanta Dream se han llevado a una potencial defensora de élite. Falta la parte más difícil, que es conseguir mantener ese dominio contra profesionales, pero las expectativas que se pueden tener en ella son altas. Por el lado de la franquicia, se les ha visto muy felices con su nueva interior. «Estoy encantada de darle la bienvenida a Brittany a la familia Dream«, fueron las primeras palabras de Nicki Collen sobre su nueva recluta.
La entrenadora de la franquicia de Georgia estuvo analizando también el juego de Brewer. «Las mayores fortalezas de Brittney son correr la cancha y terminar cerca del aro. Ella tiene buenas manos, un pie de pivote sólido y puede anotar en una variedad de formas distintas cerca de la canasta», dijo Collen.
La elección de esta interior es un buen feedback con Chennedy Carter. Al elegir a la guard de Texas A&M renunciaron a tener a Ruthy Hebard y consiguieron cubrir la pintura con garantías usando un pick de segunda ronda.
«Brittany está trabajando para desarrollar su tiro a la línea de tres puntos de manera consistente y estoy emocionada de ver cómo podemos ayudarla en su crecimiento aquí en Atlanta«. – Nicki Collen
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