Beatrice Mompremier: La niña que quería ser como Chris Bosh

Nació el 8 de agosto de 1996  en la ciudad de Miami, la misma que la ha visto realizar casi toda su etapa de formación. Hasta el momento ha sido una jugadora con la posibilidad de jugar cerca de casa y que se ha criado respirando el baloncesto local de Florida. En su adolescencia vivió como los Heat dominaban en la NBA, teniendo referentes muy a tiro de piedra.

Lo normal es enamorarse de la leyenda de Dwyane Wade, como principal ídolo de toda la zona. Y más viéndole de primera mano viviendo allí. En el caso de Beatrice fue diferente, dado que ella ha jugado siempre en posiciones interiores. Era Chris Bosh el jugador en quien se fijaba para imitar sus movimientos.

Utilizando como espejo al ala-pivot que formaba el legendario ‘Big Three’, el impacto de Mompremier en categorías inferiores era enorme. Fue capaz de conquistar dos títulos estatales en la escuela secundaria, llegando al High School con un buen cartel que le permitiera elegir donde continuar su carrera, y como ni iba ser diferente se quedó en Miami. Además de por la proximidad con el hogar, por la calidad a nivel de estudios que le brindaba en económicas.

En el instituto empezó con muy buen pie. Con participaciones en el McDonald’s All-American Game y también en el Jordan Brand Classic, empezó a ganarse un nombre en todo el país. Una línea estadística como senior de 25.2 puntos, 15.2 rebotes, 5 tapones, 3.5 robos y 2.6 asistencias la convertían en una de las mejores prospects de su generación a nivel nacional como una de las mejores jugadoras en la pintura. En Miami Herald la nombraron en diferentes cursos como la atleta del año, teniendo un curriculum más que suficiente para elegir de nuevo a donde dar el siguiente paso.

Una vez llegada a la NCAAW, fue a las Baylor Lady Bears, en donde le costó un poco hacerse un hueco en la plantilla. Los primeros meses fue trabajando, y al terminar el curso ya contaba con el puesto de titular. Una buena demostración de ética de trabajo que la llevó a ser parte del Big 12 All-Freshman Team de forma unánime. En su segunda temporada tuvo menos importancia en la rotación, contando solamente con diez oportunidades de ser titular. Un retroceso que la hizo pensar en un nuevo destino.

 

Después del cambio de equipo, la Universidad de Miami la acogió como la hija prodiga de la ciudad. Una etapa donde tuvo que sentarse un año por culpa de las normas de traspasos de la liga. Aún así, regresó por todo lo alto. Estuvo nominada para el Associated Press All-America y fue finalista del Premio Lisa Leslie Center of the Year, entre otros premios. Algo que repitió en la presente temporada cerrando una etapa disponiéndose a llegar al Draft 2020 de la WNBA para ser profesional. Ha tenido una lesión en el pie que no le ha permitido dar lo mejor de si como senior, pero su potencial es suficiente para encontrarse bien colocada en los pronósticos.

En el principio de la segunda ronda existe mucho talento, siendo una generación muy interesante. Aunque no sería una locura que Beatrice apareciera en el final de la primera ronda. Puede ser una jugadora que tenga aporte directo, dado que es mayor que varias por ese año perdido. Un factor que puede interesar a Seattle Storm, Phoenix Mercury o Washington Mystics, quienes tienen esos picks entre el diez y doce.

Sin dudas, Mompremier se encuentra cada día más cerca de cumplir su sueño de ser como Chris Bosh. Se podría prácticamente que ya se ha ganado su puesto en la WNBA, siendo quizá una de las partes más complicadas del proceso. Ahora necesita un entorno donde poder seguir demostrando que no ha sido casualidad haber conseguido llegar a la élite del baloncesto.

 

#EntraEnLaZona

Deja un comentario

Scroll al inicio