Un año después, Movistar Estudiantes repite prácticamente los mismos números de la temporada pasada y sigue asentándose en el campeonato nacional.
El octavo puesto y el 14-16 de la temporada dejó a las woman in black en un octavo puesto que les vuelve a dar acceso a jugar EuroCup la próxima temporada y confirma un proyecto que apuesta por la regularidad y por un estilo marca de la casa.
La temporada pasada finalizaron en séptima posición con una victoria más (15) y cayeron en cuartos de final contra Valencia Basket a la postre finalista de la liga. Esta temporada finalizan un puesto peor con una victoria menos y vuelven a caer con el mismo rival que este año si, logra salir campeón. Números parecidos para un Movistar Estudiantes que en la Copa de la Reina cayó también en cuartos de final en ambas temporadas, pero mostrándose mucho más competitivas este año dando la cara ante todo un Valencia Basket.
La gran diferencia de esta temporada ha sido sin duda su participación en Europa dónde las de David Gallego accedieron a dieciseisavos como terceras de grupo tras Reyer Venezia (semifinalista) y Gernika. En dicha fase cayeron contra Angers tras un mal encuentro en Magariños que dejó imposible la remontada en Francia. No obstante, fue una experiencia muy válida para un grupo que vio cómo podía competir también en Europa.
Por todo esto, la temporada de Estudiantes debe calificarse como un éxito más en la historia del club. Continúan dando la cara en cada partido y en cada competición y se siguen dando pasos cortos pero firmes en la dirección correcta.
A título individual el núcleo duro lo han compuesto jugadoras como Nadia Fingall, Meli Gretter, María Eraunzetamurgil, Laura Méndez y las hermanas Massey. De ellas, las dos primeras no continuarán de negro, pero las renovaciones de Méndez o Billie Massey con las que se esperan que lo hagan también deberían seguir creyendo en el proyecto.
De entre ellas destacar la temporada de Eraunzetamurgil, que todo lo que la veíamos progresar en San Sebastián se ha confirmado en su primer año en Madrid. Importante en ambas partes de la pista ha visto como su rol cambiaba y su adaptación no ha podido ser mejor. Liberada de llevar el peso en ataque, ha bajado su promedio de puntos de 14 el año pasado a 9 este, María ha tenido claro donde aportar. Ha sido la segunda con más robos y tapones del equipo cosa que le ha valido para recibir la llamada de la selección.
Nadia Fingall ha sido otra de las jugadoras estrellas de este Movistar Estudiantes. Líder en puntos y rebotes del equipo, la pivot americana ha ido creciendo de la mano del proyecto estudiantil y su marcha deberá ser substituida con otro fichaje de su calidad si no la quieren echar de menos la próxima temporada. Lo mismo podemos decir de la gran Meli Gretter. Santo y seña del equipo desde que comenzó a vestir la camiseta del club, la base argentina ha sido imprescindible desde la dirección aportando su visión de juego privilegiada y su capacidad para defender y robar. Una de esas jugadoras que ha dejado mucha huella en el club dentro y fuera de la pista.
Con estas dos bajas tan importantes Estudiantes comienza el verano con la tarea de construir un nuevo proyecto desde la base de estos años. Si siguen en el mismo camino la temporada que viene no deberían bajarse de los puestos de playoff y repetir presencia en la Copa. En Europa toca seguir aprendiendo y porque no, soñando.
Imágenes: Movistar Estudiantes y FIBA