Las Dallas Wings se jugaron un partido clave anoche contra las Indiana Fever. En su posición están enfocadas en optar por entrar en los playoffs, por lo que enfrentar a unas rivales directas por la octava plaza es una cita importante en su calendario.
Desde el principio del partido que Arike Ogunbowale empezó enchufada con triples consecutivos, mostrando como siempre su gran nivel ofensivo. Hay veces que la selección de tiro es muy mejorable, pero ayer no fue el caso. Era un partido vital para el desenlace de la temporada y estuvo a la altura.
En esto tenemos que incluir que sufrió una torcedura de tobillo atacando el aro y pisando el pie de una defensora. Con lo que se tuvo que retirar cojeando. Unos momentos de tensión hasta que volvió a salir en pantalla con la bicicleta estática, la misma que ha sido protagonista con Curt Miller el entrenador de Connecticut Sun pero eso es otra historia.
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— Manu Fresno (@Maanuf96) August 29, 2020
Ogunbowale regresó a la cancha a tomar las cosas donde mismo las dejó, terminando con un 50% en tiros de campo, gran acierto en el triple y 30 puntos en su casillero personal para ganar el partido. Arike haciendo homenaje a su tatuaje del logo de Kobe Bryant.
«Miro eso antes de cada partido. Lo veo todo el tiempo, así que definitivamente es una gran manera de tenerlo conmigo todo el tiempo. Creo que tener esa mentalidad de Mamba es realmente la mejor manera en que alguien puede llevar su legado porque no mucha gente lo tiene… Realmente se trata de un momento decisivo cuando las cosas se ponen difíciles cuando mi equipo necesita una canasta o algo así, trato de canalizar esa mentalidad de Mamba. Tienes que tener esa mentalidad de que vas a ser esa jugadora a la que van a ir y que tiene que hacerlo«, dijo la joven estrella de Dallas para el medio Sports Illustrated comentando sobre su tatuaje y la forma de homenajear a Kobe.
Es solo una sophomore, pero ya ha quedado comprobado que Ogunbowale tiene todo lo necesario para ser una de las jugadoras que marque la próxima década en la WNBA.
Son 49 partidos en la liga, pero ahora mismo tiene un promedio exacto de 20 puntos sin decimales. Algo que está a la altura de muy pocas jugadoras. Es un comienzo de carrera que no podría ser más prodigioso y que ha dado los motivos suficientes a las Wings para tenerla como piedra angular del proyecto. Algo para lo que parece estar más que preparada.
En la entrevista de Sports Illustrated ya citada, Arike también comentó por lo que se hizo fanática de la Black Mamba y es algo importante para entenderla: «Comenzó por cómo jugaba. Era algo de Kobe que definitivamente quería modelar mi juego y era su mentalidad más que nada. Era un jugador dominante y pensaba que era el mejor jugador de la cancha; eso es algo que trato de hacer, y él fue simplemente una gran inspiración. Pudimos hacer crecer una pequeña relación. Eso solo aumentó lo mucho que lo admiraba«.
También es buen momento para recordar que cuando pude hablar con Bryce Agler, quien es asistente en Dallas pero estuvo en Los Angeles Sparks, me dijo esto al preguntarle por la jugadora que más le ha sorprendido: «Arike Ogunbowale me impresiona y no creo que obtenga suficiente crédito. Como guardia novata, ¡fue tercera en toda la liga el año pasado en anotaciones! El único otro guardia entre los diez primeros fue Diamond Deshields, ¡y ella también es verdaderamente buena! Arike tuvo que jugar como armador el año pasado, que no es su posición natural y es difícil de jugar como novata en nuestra liga. Y le pedimos que nos guiara en la puntuación. Además de eso, ella solo va a mejorar«.
Y es que desde la universidad se nota que Arike es una jugadora diferente. Ese tiro ganador con Notre Dame puso su nombre en el mapa como una joven con el futuro a sus pies.
Tuvimos la suerte de poder hablar con una jugadora que no solo estuvo esa plantilla de Notre Dame, sino que también es compañera de Ogunbowale en la WNBA desde la última off-season. Esto nos dijo Marina Mabrey sobre esa canasta histórica en la NCAA: «Fue uno de los mejores momentos de mi vida. Ni siquiera podía creer lo que estaba pasando. Anotamos dos buzzer beaters en esa Final Four. Además, mucha gente estuvo apoyando el baloncesto femenino en Estados Unidos aquellos días. Recibimos mucha atención por parte de la prensa. Creo que las dos Final Four en las que he estado presente han supuesto un gran salto para el baloncesto femenino en Estados Unidos«.
A todo este gran talento individual, que ha sido capaz de grandes cosas con solo 23 años, hay que sumar que se encuentra en un proyecto dispuesto a aprovecharla. La gerencia ha montado una buena estructura con Briann Agler en el banquillo para desarrollar el potencial de Ogunbowale.
También están sabiendo construir, teniendo la edad media más joven de la liga y trayendo jugadoras con las que se sienta cómoda. Como otra futura estrella han traído a Satou Sabally, quien es una alero que puede encajar perfectamente con ella para acabar dominando juntas.
La pareja de Arike y Satou puede ser un prototipo de lo que se intentó con Skylar Diggins-Smith y Liz Cambage en la misma franquicia, pero intentando tener un mejor final. El futuro es brillante en Dallas, y si siguen despacito y con buena letra pueden hacer algo muy grande.
Este es un año donde la prioridad, como nos dijo Bryce, es desarrollar a las jóvenes. Aún así, están luchando por estar en los playoffs básicamente porque el talento que tienen les hace ganar partidos. Tiene toda la pinta que dentro de unos cuantos años hablaremos de Arike Ogunbowale como una jugadora que si no es una leyenda se quedará cerca.
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